Unaesposa tiene su propia riqueza y quiere contribuir con los gastos del hogar. Aveces, ella quiere conseguir algunas cosas de lujo. Otras veces, estáconvencida de comprar algo mientras que su esposo no, o ella admira algo,comida o ropa, que quiere comprar para ella misma así como para sus hijos yesposo mientras él no está con ella. ¿Le está permitido gastar de su propiariqueza por gusto propio, aún si lo hace en algo relacionado a su casa? Suesposo desaprueba esto argumentando que él está obligado a gastar en el hogar yque a ella no se le permite hacerlo a menos que él sea incapaz de satisfacersus necesidades. ¿Esto es correcto bajo la shariah? Si la esposa quiere, porejemplo, hacer una renovación de la casa, pero el esposo no quiere, ¿alguno delos dos incurrirá en pecado si ella lo hace?
¡Alabado sea Al-lah!, Señor de los mundos. Testifico que nadie mereceser alabado excepto Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, esSu siervo y mensajero.
Sin duda alguna, el que la esposa comparta con suesposo los gastos del hogar y otras necesidades, es un acto loable. Ella seráampliamente recompensada por esto, pues ella misma se está haciendo querer desu marido en esta forma, y está estrechando la relación matrimonial entreellos. Dicha cuestión es animada por la shariah y fue costumbre entre las esposasde los predecesores piadosos. Tenemos el ejemplo de Khadeejah, que Dios estécomplacido con ella, quien solía ayudar a su esposo, el Profeta, sallallaahu‘alayhi wa sallam, con su propia riqueza, y nunca retuvo nada de él. El Profeta,sallallaahu ‘alayhi wa sallam, estaba agradecido por ello. ‘Aa’ishah, que Diosesté complacido con ella, narró que él dijo: "Siempre que el Profeta, sallallaahu 'alayhi wa sallam, mencionabaa Khadeejah, solía elogiarla mucho. Una vez, sentí celos y dije: ‘Ella era unamujer mayor, y Al‑lah te ha concedido a alguien mejor que ella [refiriéndome amí misma].’ Él dijo: ‘Al‑lah no me ha concedido a nadie mejor que ella. Ellacreyó en mí cuando la gente me denunciaba, me mantuvo veraz cuando la gente medesmentía, y me apoyó con su riqueza cuando la gente me privaba.” [Ahmad]
En consecuencia, compartir los gastos de tu hogar contu marido es un asunto importante, pues no estás obligada a hacerlo. Por suparte, tu esposo debería apreciar esto y agradecerle a Al‑lah por tener una esposacomo tú. Quizás tu esposo desapruebe esto por amor a ti, pues quiere quemantengas tu dinero por si lo necesitas algún día. Por otra parte, debesconsultar con tu esposo todo lo que quieres hacer de modo que no hagas nada quelo contraríe, porque podrías desagradarlo sin saberlo. Sin lugar a dudas, estoes lo mejor para ti y así hay mejores posibilidades de mantener el afecto entreustedes.
Evita hacer cualquier cosa en contra de los deseos detu marido, como comprar muebles o renovar la casa, o cualquier cosa similar conla que él no esté satisfecho.
Y Al‑lah sabe más.
Puede buscar una Fatwa según las siguientes opciones: