¿Cuál es la evidencia de que el Corán ha sido completamente preservado luego de la muerte del Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él? ¿Podrían presentar pruebas lógicas e históricas, no textuales (del Corán o la Sunnah)?
Las alabanzas sean para Al-lah, Señor y Creador del universo, y que Su paz y Sus bendiciones sean con el Profeta Muhammad, con todos sus familiares y todos sus discípulos.
Es deber de todo musulmán creer que las evidencias en el Corán y la Sunnah son más convincentes que la lógica; sin embargo, como creemos en la consistencia entre el texto y la lógica, que entre ellos se fortalecen, y la imposibilidad de contradicción entre la sana lógica y el texto explícito, es admisible que cuando las cosas se repiten, se confirman; y cuando se difunden, se constatan; y que tener más de una prueba en una sola cuestión significa certeza. Fue exactamente así como se transmitió el Corán, algo que todo musulmán conoce. Los musulmanes heredaron el Corán generación tras generación. Lo estudiaron en sus reuniones, lo recitaron en sus oraciones y se lo enseñaron a sus hijos, y si en alguna ocasión un Shaij respetado cometía un error en una letra siquiera, los jóvenes antes que los viejos se apresuraban a corregirlo. Ese proceso continuo es la razón por la cual el Corán nos ha llegado libre de adiciones, correcciones, omisiones o alteraciones.
Al contemplar tales evidencias, uno no tiene más alternativa que someterse sumisamente a su veracidad; aquel que la niegue se arriesga a una ignorancia ridícula. Incluso si asumiéramos la posibilidad de negar estas pruebas, eso implicaría negar otros hechos incuestionables, como la existencia del Profeta mismo, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, la de sus compañeros, que Al-lah esté complacido con ellos, y la de figuras históricas y prominentes; esto, por supuesto, es algo que toda persona sabia rechazaría.
Una prueba más de que el Corán está libre de adiciones y tergiversaciones es el hecho incuestionable de que no puede ser imitado. Al respecto, Al-lah, el Altísimo, desafía a los politeístas a producir versículos semejantes a los del Corán, pero nadie lo ha logrado hasta hoy. Si se hubiera agregado algo al Corán o si se lo hubiera distorsionado habría dejado de ser inimitable, ya que podemos emular el habla de los humanos. Sin embargo, mientras se mantenga como único e irrepetible, eso es señal de que el Altísimo ha preservado Su Libro de toda distorsión o añadidura.
Y Al-lah sabe más.
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