Tengo 23 años de edad y mi marido tiene 32 años. Nos casamos después de una bella historia de amor, bajo la supervisión de nuestras familias. Después de la fiesta de compromiso, tuvimos una boda islámica. Sin embargo, tras dos años todo cambió, es como si nos odiáramos mutuamente y no nos ponemos de acuerdo en nada, ni siquiera en cosas pequeñas. El asunto ha empeorado al punto de que busqué el divorcio a pesar de que lo amo. Esto afirmó su amor por mí. El problema es que no sabemos por qué nos peleamos. Por ejemplo, cuando estamos viendo televisión, nos peleamos por cosas triviales. No sé por qué sufrimos sin tener una razón convincente. A veces dejamos de hablarnos por más de cuatro días, a pesar de que vivimos en un país europeo donde no tenemos parientes. En el curso de los problemas, nos hemos alejado el uno del otro. Ya he tenido suficiente los últimos días, y necesito la compasión de mi esposo. A veces me digo a mí misma: “Si me hubiera casado con fulano de tal, ahora sería feliz.” Además, está el problema de los celos excesivos, en especial en lo relativo a mi ropa. Yo uso hijaab, y le he preguntado a mis familiares y amigos sobre mi forma de vestir, y me han dicho que es decente. Por favor, aconséjenme.
¡Alabado sea Al-lah!, Señor de los mundos. Testifico que nadie merece ser alabado excepto Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
En primer lugar, le suplicamos a Al lah Todopoderoso que te reconcilie con tu esposo y que haga que sus asuntos regresen al amor y al afecto.
Es necesario saber que ese odio y aversión puede ser resultado de pecados. En el Corán se indica que los pecados son las razones detrás de los infortunios de la gente. Al lah Todopoderoso dice (su significado): {Si los aflige una desgracia, es consecuencia de [los pecados] que sus propias manos han cometido, a pesar de que Dios les perdona muchas faltas [por Su gracia].} [Corán 42:30]
Si abandonaste la cama de tu esposo o lo ofendiste, debes arrepentirte de ello, suplicarle a Al lah que arregle las cosas, y hacer muchas obras buenas de obediencia a Al lah Todopoderoso, incluyendo obedecer a tu esposo en todo lo que sea bueno, y mostrarle tu amor. Debes realizar frecuentemente oraciones y ayunos voluntarios, puesto que ello lleva al Amor de Al lah El Altísimo por Su siervo. Está narrado en un hadiz qudsi que Al lah Todopoderoso dice: “Mi siervo se mantiene acercándose a Mí a través de oraciones voluntarias, hasta que lo amo. Si lo amo, Me convertiré en los oídos con que escucha, los ojos con que ve, las manos con que golpea y las piernas con que camina; y si Me pide (algo), se lo brindaré, y si pide Mi protección (refugio), lo protegeré.” [Al-Bukhaari]
Uno de los frutos del Amor de Al lah es moldear amor por esta persona en los corazones de la gente. El Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “Si Al lah ama a un siervo, llama a Jibreel (Gabriel) y dice: `Amo a Fulano, así que ámalo'. Entonces, Jibreel lo ama. Después él (Jibreel) informa a los habitantes de los cielos: 'Al lah ama a Fulano, así que ámenlo,' y los habitantes de los cielos también lo aman, y entonces la gente de la Tierra lo ama también.” [Al-Bukhaari y Muslim]
Y Al lah sabe más.
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