¡Alabado sea Al-lah!, Señor de los mundos. Testifico que nadie merece ser alabado excepto Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
En primer lugar, le suplicamos a Al lah Todopoderoso que te reconcilie con tu esposo y que haga que sus asuntos regresen al amor y al afecto.
Es necesario saber que ese odio y aversión puede ser resultado de pecados. En el Corán se indica que los pecados son las razones detrás de los infortunios de la gente. Al lah Todopoderoso dice (su significado): {Si los aflige una desgracia, es consecuencia de [los pecados] que sus propias manos han cometido, a pesar de que Dios les perdona muchas faltas [por Su gracia].} [Corán 42:30]
Si abandonaste la cama de tu esposo o lo ofendiste, debes arrepentirte de ello, suplicarle a Al lah que arregle las cosas, y hacer muchas obras buenas de obediencia a Al lah Todopoderoso, incluyendo obedecer a tu esposo en todo lo que sea bueno, y mostrarle tu amor. Debes realizar frecuentemente oraciones y ayunos voluntarios, puesto que ello lleva al Amor de Al lah El Altísimo por Su siervo. Está narrado en un hadiz qudsi que Al lah Todopoderoso dice: “Mi siervo se mantiene acercándose a Mí a través de oraciones voluntarias, hasta que lo amo. Si lo amo, Me convertiré en los oídos con que escucha, los ojos con que ve, las manos con que golpea y las piernas con que camina; y si Me pide (algo), se lo brindaré, y si pide Mi protección (refugio), lo protegeré.” [Al-Bukhaari]
Uno de los frutos del Amor de Al lah es moldear amor por esta persona en los corazones de la gente. El Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “Si Al lah ama a un siervo, llama a Jibreel (Gabriel) y dice: `Amo a Fulano, así que ámalo'. Entonces, Jibreel lo ama. Después él (Jibreel) informa a los habitantes de los cielos: 'Al lah ama a Fulano, así que ámenlo,' y los habitantes de los cielos también lo aman, y entonces la gente de la Tierra lo ama también.” [Al-Bukhaari y Muslim]
Y Al lah sabe más.