Se recomienda a todo creyente, hombre y mujer, recitar el Libro de Al-lah, el Sagrado Corán, a menudo, con la meditación y comprensión debidas. Esto se puede hacer usando una copia impresa del Corán o de lo que se tiene memorizado. Al-lah, Glorificado y Exaltado sea, Dice (lo que se interpreta en español): {Éste es el Libro Bendito [el Sagrado Corán] que te Revelamos [¡Oh, Muhammad!] para que mediten sobre sus preceptos, y recapaciten los dotados de intelecto.} [Corán 38:29]
¿Eres de esas personas que rara vez toca el Corán? ¿O lo lees diariamente, pero no encuentras que tiene el impacto que debería tener sobre ti? Cualquiera que sea el caso, aquí te presentamos algunos consejos simples que pueden ayudarte a conectarte con el Corán.
1. Antes de tocarlo, analiza tu corazón
La clave para beneficiarse realmente del Corán es analizar ut corazón primero, antes de siquiera tocar el Libro de Al-lah. Pregúntate a ti mismo, honestamente, por qué lo estás leyendo. ¿Es solo para obtener alguna información y luego alejarte de él? Recuerda que el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, fue descrito por su noble esposa ‘A’ishah, que Al-lah Esté complacido con ella, como un “Corán que camina”; en otras palabras, él no recitaba simplemente el Corán, sino que lo vivía.
2. Antes de tocarlo, haz el Wudu’ (ablución)
Hacer el Wudu’ es una buena preparación física y mental para recordarte que no estás leyendo simplemente otro libro más. Estás a punto de interactuar con Al-lah, Glorificado y Exaltado sea, por lo tanto, el estar limpio debe ser una prioridad cuando nos comunicamos con Él.
3. Comenzar con leer solo 5 minutos cada día
Muy a menudo, pensamos que debemos leer el Sagrado Corán por lo menos durante una hora completa. Si no tienes el hábito de leer regularmente, esto es demasiado. Comienza con solo cinco minutos todos los días. Si prestas atención al paso uno, in sha Allah (si Al-lah Quiere), notarás que esos cinco minutos se convertirán en diez, luego en medio hora, luego en una hora, y tal vez aún más.
4. Asegúrate de que comprendes lo que has leído
Cinco minutos de leer el Corán en árabe es bueno, pero necesitas comprender lo que estás leyendo. Si no comprendes el idioma árabe, asegúrate de tener una buena traducción del Corán en tu propia lengua, y siempre trata de leer la traducción de lo que has leído ese día.
Respecto a aquellos que descuidan el Corán, no lo leen o no lo comprenden, Al-lah, Alabado sea, Dice (lo que se interpreta en español): {Y dice el Mensajero: ¡Oh, Señor mío! En verdad mi pueblo ha abandonado el Corán.} [Corán 25:30]
Al-lah, el Todopoderoso, nos informa que Su Profeta y Mensajero, Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, dijo: {…¡Oh, Señor mío! En verdad mi pueblo ha abandonado el Corán.} (actuar acorde a él o escucharlo), y eso es porque los idólatras no prestaban atención ni escuchaban el Corán, como Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Dicen los incrédulos [de La Meca]: No prestéis atención al Corán [cuando el Profeta lo recita], y hablad banalidades [en voz alta, hasta que cese la recitación], tal vez así seáis los vencedores.} [Corán 41:26]
5. Recuerda que el Noble Corán es más interactivo que un CD
En una era de CD interactivos y programas de computación, muchas personas piensan que los libros son pasivos y aburridos. Pero el Corán no es así. Recuerda que cuando lees el Sagrado Corán estás interactuando con Al-lah, el Todopoderoso. Él te está hablando a ti, así que presta atención.
6. No leas simplemente, también escucha
En la actualidad existen muchas grabaciones de la recitación del Corán en discos compactos o en diferentes formatos de audio, muchos de ellos también con traducciones. Es muy bueno que lo pongas en tu reproductor portátil o el lector multimedia en tu carro mientras conduces. Agrega esto a tu lectura diaria del Corán, no lo uses como un reemplazo de ella.
7. Haz Du’a (súplicas)
Pide a Al-lah, Glorifcado sea, que te Guíe cuando estés leyendo el Corán. Tu objetivo es, por amor a Al-lah, interactuar sinceramente con Él al leer, comprender y aplicar Sus benditas palabras. Hacer Du’a pidiendo la ayuda de Al-lah y Su guía será tu mejor herramienta para hacer esto.
Cuando estás hacienda Du’a tienes una comunicación directa con Al-lah, el Todopoderoso. Por tanto, mientras estás diciendo tu Du’a, no debes distraerte, sino que debes concentrarte completamente. El Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, dijo: “Haz Du’a y asegúrate de que sea respondida, y sabe que Al-lah, el Exaltado, no responde un Du’a de un corazón descuidado que no está concentrado”. [At-Tirmidhi]