Queridos hermanos en el Islam, por favor envíenme el texto completo del último sermón del Profeta Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam.
Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dio un importante sermón durante su última peregrinación. Este sermón se encuentra registrado en muchas colecciones de hadiz y libros de historia. Su texto dice así:
"¡Oh gente! Escuchad mis palabras, debido a que no sé si he de encontrarme con vosotros en este lugar después de este año. Ciertamente vuestra vida y vuestros bienes son sagrados, como son sagrados este día de hoy, este mes y esta ciudad. Todas las prácticas y asuntos de la época pagana están ahora bajo mis pies (obsoletos). Todo acto de venganza de los días del paganismo debe suprimirse, empezando por la sangre derramada de Ibn Rabi'a’ Bin Hariz, que fue amamantado por la tribu de Sa´d y que Hudhail mató. La usura de la época del paganismo queda prohibida, empezando por el interés que se le debe a 'Abbas Bin ‘Abdul Muttalib. Ciertamente está prohibida.
Temed a Al-lah cuando tratéis a vuestras mujeres. Ciertamente las habéis tomado bajo la seguridad de Al-lah y son lícitas para vosotros por las Palabras de Al-lah. Ellas no deben permitirle a nadie acercarse a vuestro lecho ni entrar en vuestras casas sin vuestro permiso; si lo hacen, podréis reprenderlas, pero no con severidad. Debéis alimentarlas y vestirlas adecuadamente.
Ciertamente, he dejado entre vosotros el Libro de Al-lah y la Sunnah de Su Mensajero, y si os aferráis a ambas nunca os desviaréis.
¡Oh gente!, no habrá ningún Profeta luego de mí y ninguna nación después de la vuestra. Así que os recomiendo adorar a vuestro Señor, rezar las cinco oraciones, ayunar en el mes de Ramadán y dar el Zakat (derecho de los pobres) de vuestros bienes de buena gana. Os recomiendo hacer la peregrinación a la Sagrada Casa de vuestro Señor y obedecer a aquellos que están encargados de vuestros asuntos; si hacéis todo esto entraréis en el Paraíso de vuestro Señor.
Y si sois preguntados acerca de mí, ¿qué diréis?” Contestaron: “Atestiguaremos que has transmitido y entregado el mensaje y nos has aconsejado”.
Luego levantó su dedo índice hacia el cielo y después lo movió abajo hacia las personas mientras decía: “Oh, Al-lah, Sé testigo”. Repitió esta frase tres veces.
Y Al-lah Sabe mejor.
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