Pensar en qué tema se debe tratar al dirigirse a las personas no es tarea fácil, en especial cuando nos encontramos frente a situaciones que son incómodas mencionar por parte del escritor o disertador, y de escuchar o leer para algunas personas, pero que se deben exponer por vergonzosos que sean, debido al peligro que suponen. Vivimos en una época donde la balanza de valores está al revés, por lo que para muchas personas el pecado y lo inmoral es una conducta “normal” y que hacen pública sin el menor sentido de vergüenza o respeto por los demás; y no se limitan únicamente a esto, sino que se dedican a difamar a todo aquel que es piadoso y virtuoso, calificándolo de anticuado, fundamentalista y todo sinónimo que se ajuste a su cometido de desvirtuar la verdad.
Debemos agradecer constantemente a Al-lah por todas la incontables bendiciones que nos Ha concedido y nos Sigue confiriendo día y noche, sin olvidarnos del temor que debemos sentir de incurrir en cualquier acto que Le desagrade. Uno de los principales dones que nuestro Creador nos Ha otorgado es la adoración, la cual es el capital que debe guardar con celo todo siervo en cualquier lugar donde se encuentre, para que de esta forma puede lograr aplicar en su vida el sentido del Tawhid (unicidad total y absoluta de Al-lah), creencia que Ha “programado” y gravado en lo más profundo de nuestro ser, y razón por la cual Envió a Sus Profetas y Mensajeros. Dice el Altísimo (lo que se interpreta en español): {Por cierto que Enviamos a cada nación un Mensajero [para que les exhortase a] adorar a Al-lah y a evitar al Seductor.} [Corán 16:36] Cada Enviado de Al-lah se dedicaba principalmente a llamar a su gente a la adoración únicamente de Al-lah, diciéndoles (lo que se interpreta en español): {Adorad solamente a Al-lah, pues no existe otra divinidad salvo Él.} [Corán 23:23]
Una vez habían aclarado la realidad de su misión y establecido los principios de la creencia y la práctica, pasaban inmediatamente a señalar los pecados y faltas que cometían su respectivos pueblos, para prevenirlos de las consecuencias que estas acciones acarreaban y anunciarles que quien se arrepintiera sería perdonado por Al-lah. Dice el Altísimo (lo que se interpreta en español): {Y Salvamos a quienes creyeron y temían a Al-lah.} [Corán 41:18]; además, les exponían que quien de ellos decidiera seguir con su rebeldía, arrogancia y desobediencia, sería merecedor de un castigo doloroso causado por su propia iniquidad, encontramos en el Corán (lo que se interpreta en español): {…y tu Señor no Oprimirá a nadie} [Corán 18:49], y: {A cada uno [de estos pueblos] les Aniquilamos según sus pecados. A unos les Enviamos un viento huracanado [al pueblo de ‘Ad], a otros les Sorprendió un estrépito [al pueblo de Zamud], a otros Hicimos que se los tragase la tierra [Qarun] y a otros les Ahogamos [el Faraón, Haman y sus huestes]. Al-lah no fue Injusto con ellos, sino que ellos lo fueron consigo mismos.}[Corán 29:40]
Al-lah, Altísimo sea, le Relató en el Corán a la Ummah (nación) de Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, historias de pueblos anteriores que desobedecieron Sus mandatos y fueron altivos, para prevenirla de seguir sus pasos y darles lecciones únicas de vida. Dentro de estos pueblos desobedientes tenemos algunos que fueron los primeros en cometer acciones horribles, innovando así en la indecencia y contrariando la misma naturaleza humana. Pero, por más que sus pecados fueron tan graves y despreciables, el Profeta que les fue enviado perseveraba llamándolos al bien y a que dejaran esas malas costumbres. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Y también Enviamos a Lot [a Sodoma], quien dijo a su pueblo: ¿Cometéis una inmoralidad de la que no hay precedentes en la humanidad?} [Corán 7:80], y:{Y [recuerda al Profeta] Lot, cuando le dijo a su pueblo: ¿Cometéis esa inmoralidad abiertamente y en público?, ¿Os acercáis a los hombres con deseo en lugar de hacerlo a las mujeres? Realmente ignoráis la magnitud del castigo que os aguarda. Pero la única respuesta de su pueblo fue: Expulsad a la familia de Lot de la ciudad; por cierto que quieren purificarse y se niegan a hacer lo mismo que nosotros.} [Corán 27:54-56] Pero decidieron hacer caso omiso al llamado que les hacía su Profeta y seguir sumidos en su incredulidad e inmoralidad, por ello se hicieron merecedores del castigo del que se les había advertido. Como ellos marcaron un precedente en la inmoralidad, la pena a la que fueron condenados fue igualmente única y no se había aplicado a ningún otro pueblo con anterioridad, Al-lah nos Menciona (lo que se interpreta en español): {Y cuando llegó Nuestro designio, Volteamos sus hogares dejando arriba sus cimientos [y sus techos abajo], e Hicimos llover sobre ellos copiosas piedras de arcilla marcadas [y enviadas] por tu Señor.} [Corán 11:82-83]
Algunos hombres y mujeres de nuestra Ummah han caído en la bajeza de este comportamiento antihumano y antinatural. El crimen cometido por el pueblo al que Al-lah Envío a Su Profeta Lot, la paz sea con él, ha sido uno de los peores cometidos por gente alguna, pues el homosexualismo atenta directamente contra los cimientos de la sociedad, su bondad y rectitud, y es una enfermedad que trae consecuencias muy graves. No hay ser humano con sano juicio que no lo rechace, la misma naturaleza humana lo desaprueba, al igual que las normas que del cielo fueron reveladas; todo porque sus efectos negativos son evidentes, pues hace que la misericordia y el bien disminuya, y llama a los problemas, catástrofes y todo tipo de mal que pueden afectar a una colectividad. Por ser un asunto tan peligros, es más que obvio que debe ser tratado con toda claridad y directamente; no solo porque este cáncer se esté esparciendo por todas partes, sino porque se nos quiere obligar a aceptarlo como hago normal, como algo natural y que hace parte de las libertades y derechos de todo individuo; es decir, quieren aprobar lo que es impropio, pese a que en su interior su ser les reproche lo que están haciendo. Como musulmanes, nos basta con que Al-lah Haya mencionado este crimen de lesa humanidad en varias aleyas del Corán, para prevenirnos de sus peligros y consecuencias, Él Es Quien lo Sabe todo y Conoce lo que conviene o perjudica a Sus criaturas.
Al-lah Maldice a todo aquel o aquella que incurra en este delito, lo promueva, defienda o legisle a su favor. El homosexualismo, sea el hombre o la mujer quien lo cometa, es una humillación al ser mismo, al negarle el desarrollo de su verdadera personalidad. Cuando una mujer o un hombre se dejan llevar por las insinuaciones de su ego atentan contra la masculinidad y la feminidad, y jamás podrán vivir en paz con ellos mismos ni con los demás. Así mismo, están exponiendo su salud física y mental, pues se están llevando a sí mismos a la muerte o la locura; y al mismo tiempo, comprometen la salud de todos, pues las enfermedades más peligrosas se han generado y esparcido “gracias” a la decadencia en el comportamiento de los homosexuales, fornicadores, adúlteros, alcohólicos y farmacodependientes. Si los desastres no acaecen directamente sobre una sociedad, se evidenciará la pérdida del juicio justo, la razón, la lógica y los valores.