Mensualmente -por no decir semanal o diariamente- nos encontramos con historias de extorsión en contra de la mujer, joven, mayor, soltera o casada; pareciera que cada una de estas historias compitieran entre sí por llevarse el título de cuál de todas es la más cruel, la más salvaje y la más inescrupulosa, todas difieren de las demás aunque se encuentre bajo la misma categoría.
Los extorsionistas, por su parte, se han vuelto cada vez más “hábiles” e “innovadores” en las formas y los medios que utilizan para chantajear a sus víctimas. Los medios de comunicación moderna, como los teléfonos móviles y la Internet, son los más usados por estos criminales, quienes están al acecho en espera de su presa, para poder sacar de ella todo lo que se han propuesto: dinero, placer o cualquier otra cosa que pase por sus perversas mentes, lo importante es alcanzar sus bajos objetivos, sin importar lo que cueste y lo que haya que hacer.
Este comportamiento enfermizo y anormal solo busca destruir los principios morales de la sociedad y esparcir la maldad, los vicios y la depravación, aprovechándose de los errores cometidos por algunas mujeres. Para ellos, los valores y principios nobles y elevados del comportamiento islámico no cuentan para nada; por eso, la relación que establecen con los demás es solamente en base a lo que les ayuda a cometer sus crímenes.
Estas historias que escuchamos o leemos son solamente una parte de las muchas que suceden sin que las percibamos o nos enteremos de ellas, que posiblemente sean peores de las que conocemos, en las que tal vez siga el sufrimiento y dolor de las involucradas, o en las que han tenido un desenlace trágico, conduciendo a la victima a la muerte real o en vida.
¿Cómo inicia esta enfermiza relación?
Esta relación enfermiza y demoníaca empieza con una mirada o una frase dulce y tierna (el anzuelo utilizado por el cazador), a la que le sigue una respuesta positiva traducida en una tímida sonrisa, que deja entrever la muchacha inocentemente. Este es el primer paso, es la llave que abre la puerta para la siguiente acción: el diálogo engañoso, en el que el victimario utiliza su galantería y romanticismo para engañar a su potencial víctima, las mentiras fluyen y fluyen, mientras una parte miente y la otra cree que es verdad. Una vez se ha logrado establecer el contacto, este continúa por el teléfono o el chat, llamadas y sesiones que seguramente estarán siendo grabadas, para ser utilizada de seguro más adelante. Una vez esto ha pasado, el Shaitan (el demonio) hace que las palpitaciones del corazón se incrementen, para que sus susurros sean escuchados, los cuales le hacen creer que todo está bien, que no hay nada malo en hablar o salir con él; así, viene la aprobación para montarse con él en su carro, e inicia el control del Shaitan sobre los sentimientos.
La sabiduría de Al-lah es infinita y se demuestra en cada suceso de nuestra vida; su Palabra es verdadera, por lo que hay que tener en cuenta todo lo que nos Advierte. Dice el Altísimo (lo que se interpreta en español): {¡Oh, creyentes! No sigáis los pasos de Satanás, y quien siga los pasos de Satanás sepa que él induce a cometer obscenidades y actos reprobables.} [Corán 24:21] Una vez se ha accedido, lo que viene es peor: comienzan los paseos, las salidas a restaurantes, al cine, una velada inocente… y él va aprovechando cada ocasión para registrarla con su cámara, con conocimiento de la joven o sin que ella se dé cuenta. A este momento ya no hay nada que impida que ella caiga rendida ante sus encantos y apruebe tener una relación más íntima, hasta llegar a la fornicación. Pero luego viene la decepción y el arrepentimiento, el criminal, feliz y satisfecho, desaparece; mientras que la vergüenza y las lágrimas opacan el rostro de esta pobre infeliz.
Después de muchas llamadas sin respuesta, de días o semanas sin saber de él, la realidad le da un golpe cruel y certero, ese falso amor muestra su verdadera cara, y la muchacha se entera de que ese, al que creía indefenso e incapaz de defraudarla, resultó ser un lobo disfrazado con piel de oveja. Pobre de ella, por descuidar su fe, por dejarse llevar por las insinuaciones del demonio y por no haber tenido el más mínimo reparo de las nobles y puras conductas establecidas por el Islam, se da cuenta de que se encuentra atrapada entre las garras de este animal, el cual la amenaza de ponerla en evidencia enfrente de todo el mundo, de que publicará las fotos o los videos que grabó estando juntos para que todos se enteren de lo que hizo, y que lo único que lo detendrá de avergonzarla en público es que ella acepte hacer o darle todo lo que él le pida. En la mayoría de los casos, las víctimas guardan silencio por la vergüenza que sienten y el miedo de que sus familias se enteren de su error; tanto así, que cuando un pretendiente se acerca a su casa para pedir su mano en matrimonio, por más que ella quiera y le guste, debe rechazarlo, pues la sombra de su verdugo no la dejará nunca en paz. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Apartaos de todo lo que os lleve a la fornicación, pues esto es una inmoralidad y conduce al mal.} [Corán 17:32]
Si quisiéramos analizar las causas que llevan a que una mujer se deje engañar de esta forma, lo mejor que podríamos hacer es enumerarlas de en el siguiente orden:
1. Falta de principios morales:
El hombre o la mujer que es débil en su creencia y su aplicación de la religión es nula, no le importa hacer o decir cualquier cosa, le da lo mismo cometer un pecado o dejarse arrastrar hacia él. Gente como esta es a la que el consejo y la exhortación no benefician, son como los que dicen: “no pierdas tu tiempo con nosotros, pues por más que nos aconsejes no te haremos caso”. No tienen reparo de con quién se meten y si lo que hacen puede o no dañar a los demás, su honor y dignidad, porque sus corazones se endurecieron por los pecados que constantemente cometen; sobre ellos, dice Ibn Al Qaiem, que Al-lah lo Perdone: “Quien tiene su corazón muerto no conoce a su Señor, no Lo adora ni Le teme ni Lo ama, y tampoco hace nada para agradarlo lo único que le interesa es saciar sus ínfimos deseos y pasiones, así esto signifique caer en la ira y desagrado de Al-lah. La libido se convierte en su dios y la ignorancia en su guía, está siempre ocupado en buscar la manera de alcanzar sus bajos objetivos; la Otra Vida no le interesa, pues su forma de actuar y de pensar le ha hundido en la perdición. Sus oídos están cerrados a cualquier consejo y exhortación, sigue solamente lo que le dicta el demonio, quien no lo lleva sino a la falsedad y a la maldad”.
2. Falta de preparación de los padres en temas de educación:
Hudaifah ibn Al Iaman, que Al-lah Esté complacido con él, dijo: “Mientras que la gente le preguntaba al Mensajero de Al-lah, sallallah 'alaihi wa sallam, por las cosas buenas, yo le preguntaba por las malas para así conocerlas y no caer en ellas”. Algunas familias, por la falta de preparación y conocimiento, no enseñan ni advierten a sus hijos e hijas de los peligros a los que están expuestos en estos días. Estos jóvenes crecen así en un mundo “paralelo” a la realidad. En el caso de las niñas, que es el tema en cuestión, ellas viven en un mundo de fantasía secundado por la falta de prevención y cuidado de los padres, pensando que cualquiera que les diga que las quiere, que tiene las mejores intenciones para con ellas, que quiere casarse y que es bueno, es veraz, lo que las conducirá probablemente a caer presas de los perversos.
3. Los medios de comunicación:
Las películas y novelas que a diario ven los jóvenes han añadido una nueva idea en la concepción de qué es necesario para que un matrimonio tenga éxito, están enseñando que no es posible que un muchacho se case con una joven sin antes haber mantenido una relación prematrimonial completa, en la que todo se permite; además, muchas de estas novelas, e incluso video clips, están llenas de contenido erótico de tono pornográfico. Todo esto ha llevado a que muchos, antes de casarse, quieran probar con su pareja absolutamente todo, con la excusa de estar examinando si van a tener éxito en su futura vida como pareja. Esta forma de pensar ha sido creada por los demonios de los hombres y los genios, que buscan conducir al mundo a su perdición. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Y al igual que a ti, Hicimos que cada Profeta tuviera enemigos que se revelaban de entre los hombres y los genios, y que se susurraban mutuamente hermosos discursos para desviar a los hombres.} [Corán 6:112]