¿Qué tan lejos piensan llegar para proveerse ustedes, sus parejas y sus hijos con tiempo para disfrutar juntos y estar en contacto?
No hay tiempo para actividades que estrechen los lazos familiares en nuestros horarios apretados y estilos de vida acelerados. Este es uno de los reclamos más comunes de las parejas hoy en día ¿Es este un reclamo legítimo? ¿Es una señal de problemas más profundos? ¿Existe alguna forma de solucionar esto antes de que se salga de control? ¿Cómo puede uno estar en contacto con un esposo muy ocupado? La clara falta de tiempo para compartir en familia puede ser un grave problema.
En muchos casos, parejas recién casadas entran al matrimonio con expectativas que no son realistas. Piensan vivir felices para siempre disfrutando de su compañía mutuamente la mayor parte, o todo, del tiempo. Así pues, cuando el esposo rechaza pasar una velada con su pareja para ponerse al día con el trabajo o encontrarse con amigos, esto genera cierto malestar que puede provocar enojo o resentimiento. Cuando esto se convierte en habitual, el cónyuge que lanza las invitaciones y recibe negativas se puede sentir humillado y marginado. Como una forma de defensa podrán contraatacar y tomar sus derechos de compañía. En estas disputas pueden terminar sintiéndose más humillados, pues, como ellos lo perciben, deben rogar para poder pasar tiempo juntos. Después de luchar por un tiempo sin éxito, podrán recurrir a desarrollar un mundo propio, actividades y círculos de amistades fuera de la familia. Su relación se deteriora grandemente. Y, entonces, ya no lucharán más; simplemente no les importará.
Cuando las parejas dejan de ser una fuente de satisfacción de necesidades emocionales mutuas, llegan a un estado de apatía que puede llevar a problemas mucho mayores, e incluso divorcio.
El balance entre identidades individuales y familiares
Toda persona, hombre o mujer, es un individuo antes de ser un miembro de una familia. No es realista esperar que el cónyuge se deshaga de su identidad individual al día siguiente de casarse. Nadie puede compartir totalmente todo con otra persona. Las parejas deben desarrollar expectativas realistas respecto a la disponibilidad de sus parejas y darles la oportunidad de actuar como individuo con sus amigos o solo.
¿Cómo pasar el tiempo dedicado a la familia?
Después de aceptar el hecho de que ambos son identidades independientes, dedicar un tiempo para actividades familiares es una idea estupenda. Si esperan a que ambos tengan tiempo libre probablemente nunca tendrán este privilegio. Este tiempo “familiar” debe ser prioritario en su horario. Aquí presentamos algunos consejos útiles para crear el hábito de pasar más tiempo “familiar” de calidad:
- Expandir las áreas de interés mutuo. Desarrolla un interés en los temas que atraen a tu pareja. Esto se puede lograr procurando conocer más sobre la profesión y los hobbies de tu pareja.
- Elegir el momento apropiado para tocar el tema. Elige el momento apropiado para discutir tus sentimientos si piensas que tu pareja no le da a la relación suficiente tiempo y atención. No dejes pasar el tiempo ni trates de ignorar el problema pues el resentimiento crecerá y solo empeorará con el tiempo.
- Hacer del tiempo familiar un tiempo feliz y divertido. A la gente naturalmente le gusta realizar actividades asociadas con diversión y alegría. Trata de que el poco tiempo que pasen juntos sea tiempo de gran calidad. Trata de estar en la mejor condición posible, física y psicológicamente; tómate tiempo suficiente para descansar antes del encuentro, viste ropa bonita y recibe a tu pareja con una sonrisa; y, lo más importante, reduce al mínimo las críticas, las culpas y los reclamos. Los miembros de la familia deben ser recompensados por buscar pasar un buen tiempo juntos, recibiendo apoyo y elogios que aumenten su autoestima.
- Dejando las quejas de lado. Eviten las quejas y discutir problemas. Marque una reunión familiar para discutir estos temas fuera del tiempo familiar dedicado a la diversión y el relajamiento.
- Enriqueciendo el conocimiento islámico. Forma un círculo familiar de estudio. Que sea algo simple, 10 minutos cada día un miembro de la familia puede leer un hadiz o un par de aleyas del Corán y explicarlas en sus propias palabras.
(Continúa…)