Un nuevo esposo trae ayuda y estabilidad a la familia. Desafortunadamente, los hijos de la esposa a menudo se sienten fuera del proceso de toma de decisión y pueden sentir rencor hacia esta nueva persona que ahora tiene la atención que antes era de ellos. Es necesario que haya un equilibrio que haga que esta transición sea un evento productivo y placentero.
Un nuevo matrimonio es una empresa que necesita un planeamiento cuidadoso y un juicio maduro de ambas partes involucradas, el hombre y la mujer. Con respecto a la mujer, esto conlleva un aspecto adicional que muchos hombres no toman en cuenta. Muchas mujeres traen a sus hijos a la nueva relación y, por lo tanto, consolidar el entendimiento entre su futuro compañero y sus hijos puede a menudo ser un desafío. Una vez que las preguntas se han planteado y hay que ocuparse del funcionamiento de esta nueva unión familiar, existe la necesidad de definir roles para el esposo y la esposa, así como también para los hijos, sentando las bases para definir el rol y la responsabilidad de cada participante y poniendo en marcha un plan para alcanzar las metas de esta nueva relación que, in sha Al-lah, alimentará el amor y el respeto en ambos lados.
Los sentimientos de los niños
Cuando los hijos se dan cuenta que un padre está dejando el hogar no se sienten felices. La unión desarrollada entre los hijos y su padre está amenazada, y el temor de que el amor que se tenían se acabará puede ser inquietante para ellos. Si el divorcio es la razón, el padre que se está yendo debe asegurarles a sus hijos que él siempre estará en sus vidas y que hará todo su esfuerzo para verlos tanto como sea posible. El concepto del divorcio debe ser explicado tanto como se pueda de acuerdo al nivel de comprensión de los hijos, con acciones y palabras dulces. Al principio los niños se sentirán perturbados, pero la amabilidad los ayudará a recuperarse. Muchos niños mantienen la esperanza de que sus padres vuelvan a estar juntos, pero cuando una nueva persona se muda a su casa y toma el lugar de su padre sus sentimientos de tristeza reaparecen. Por lo tanto, ambos padres deben mantener la línea de comunicación abierta, de ambos lados, para que así los niños se sientan cómodos y seguros con la nueva situación.
El rol del padrastro debe ser brindar apoyo y consejos a la madre sobre cómo manejar los conflictos o dificultades con los hijos. Esto no significa que el padrastro comience a relacionarse con sus hijastros usando disciplina física como una forma de lidiar con el mal comportamiento. La disciplina debe dejarse en manos de la madre en primer lugar, y el nuevo esposo debe colaborarla con sus consejos. Siempre se tiene que recordar que esos niños tienen un padre a quien ellos aman y respetan, y que el nuevo padre está allí como un colaborador de su madre. Se puede trabajar para establecer un lazo entre ambas partes mediante el desarrollo de muchas actividades que los niños disfrutan. Caminatas en el parque y vacaciones juntos como una familia pueden funcionar muy bien para ganar sus corazones. Incluirlos en las oraciones familiares y enseñarles nuevos capítulos del Corán establece una relación donde se comparten ideas comunes y se refuerza la identidad islámica que formará parte de sus vidas como una familia.
Los adolescentes y la rebelión
{Llamadlos [a quienes no sean vuestros hijos] por el nombre de sus padres verdaderos, pues esto es lo más justo para Al-lah; y si no conocéis a sus padres, decid mejor que ellos son hermanos en la religión y vuestros protegidos. Y no será considerado un pecado si os hubiereis equivocado [o ignorado que ello no era correcto], pero sí en caso de que lo hiciereis intencionadamente. Y sabed que Al-lah es Absolvedor, Misericordioso.} [Corán 33:5]
Históricamente, este verso se refiere al Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, y a su hijo adoptivo Zaid Ibn Zabit. Él fue dado al Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, como esclavo, pero el Profeta lo liberó y lo adoptó como su hijo en presencia de otros. De ahí en adelante, él fue llamado Zaid Ibn Muhammad y se convirtió en el primero de los esclavos libertos en aceptar el Islam. La adopción, como la conocemos en el mundo occidental, no es parte de la ética islámica debido a los derechos del linaje.
Cuando un hombre se casa con una mujer que tiene hijos adolescentes, él no los adopta, sino que toma la responsabilidad de ayudar a su esposa en su educación. Said Ibnul As reportó que el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, dijo: “El derecho del hermano mayor sobre el mejor es el mismo que el del padre sobre su hijo”. [Baihaqi]
Los hijos deben ver al esposo de su madre como su hermano en la fe, con el respeto que se debe a alguien mayor que ellos. Desafortunadamente, en muchas ocasiones él enfrenta conflicto y resentimiento. La mayoría de las veces los adolescentes varones son los más acérrimos defensores de su derecho de nacimiento. El recordatorio de que “tú no eres mi padre” sienta las bases para la confrontación. Sin embargo, esto no siempre tiene que producir resultados negativos. El verso anterior recuerda al padrastro que esos niños que ha tomado a su cargo tienen un linaje natural que no puede ser ignorado. También le informa al hijastro que, islámicamente, ellos son hermanos en la fe y que ellos deben mostrar el debido respeto por ser una persona mayor. El hadiz antes mencionado deja esto en claro. Él debe ganarse el respeto de ellos para tener autoridad en su casa.
Cuanto más grandes son los hijos, más difícil es lidiar con la decepción que pueden sentir debido al colapso de la familia que tenían antes del divorcio y otras circunstancias. El padrastro debe esforzarse en demostrarles, tanto en palabras como en hechos, que él respeta su postura pero también espera el respeto de ellos.
El concepto del matrimonio
Es necesario hacer que los hijos grandes sean conscientes de la belleza del matrimonio y su propósito en la vida de un musulmán, como Al-lah nos Dice en el Corán (lo que se interpreta en español): {Y entre Sus signos está haberos creado esposas de entre vosotros para que encontréis en ellas sosiego, y Puso entre vosotros amor y misericordia. Por cierto que en esto hay signos para quienes reflexionan.} [Corán 30:21] Los adolescentes deben aprender que Al-lah Promete tranquilidad cuando el matrimonio está basado en principios islámicos sólidos. Ciertamente, existirán diferencias, pero cuando el Islam es la base para resolver los conflictos y construir la relación, tanto el alma como el ambiente del hogar serán un reflejo de paz y armonía. Poner el ejemplo y ser honestos son las mejores herramientas de enseñanza para los adolescentes. Los hijos estarán felices por su madre cuando ella encuentre a alguien que traiga alivio a su vida así como a las suyas. Al-lah Dice en el Corán (lo que se interpreta en español): {Él es Quien os Creó a partir de un solo ser [Adán], y del cual Hizo surgir a su esposa [Eva] para que encontrase en ella sosiego…} [Corán 7:189]
Conclusión
Al final, solo una relación firmemente basada en el Islam podrá permanecer a través del tiempo, ya sea trabajando con las discordias que puedan surgir entre la nueva pareja o haciendo que los hijos se sientan a gusto con el nuevo cambio en sus vidas. Sin importar la posición que tomemos, el recuerdo de Al-lah y el buscar Su complacencia nos hará ganar muchas recompensas en esta vida y en la otra. Debemos seguir siendo una guía para nuestros hijos hacia el Islam y así, in sha Al-lah, ellos serán nuestro boleto para entrar al Paraíso.