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¿Cómo enseñar educación sexual a nuestros hijos?

¿Cómo enseñar educación sexual a nuestros hijos?

Hablando de la educación sexual, ambos, papá y mamá, deben dedicarle tiempo a esta tarea. En cuanto a los varones, el padre es quien debe ser más activo, debe esforzarse para que la relación entre él y su hijo sea clara, tranquila y estable. Debe comenzar mencionándole al preadolescente, que está ya a las puerta de la madurez, que pronto será un hombre como los demás, porque las señales de esto ya se están haciendo evidentes en él: “Hijo, te está creciendo el bigote; el vello púbico y de las axilas ha comenzado a hacer su aparición; tu voz ya no es la de un niño y de igual manera tu cuerpo ha crecido rápidamente, por lo que tu ropa y zapatos ya no te quedan. Pronto serás un hombre como tu padre”. También, debe informarle qué está pasando con su cuerpo en la parte fisiológica, apoyándose en libros confiables que traten el tema. Como no solo lo fisiológico es lo que cambia, debe tratar lo relacionado al cambio externo de su cuerpo y el interno de su mente y sentimientos.
Es necesario que le hable sobre Al Ihtilam (sueño húmedo) que será lo que indique que ya es un hombre, y que por ello ya es responsable de cumplir con sus obligaciones en la adoración, como la oración, el ayuno, etc. Hay que aclararle que sus sentimientos hacia las personas cambian también, en especial hacia las del sexo opuestos (es decir, hacia las mujeres), pero que esos sentimientos y sensaciones que experimentará son parte de la naturaleza que Al-lah Ha Dispuesto en nosotros, para que nos unamos en matrimonio con las mujeres y formemos familias. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Fue arraigada en el corazón de los hombres la inclinación por los placeres: las mujeres…} [Corán 3:14]. Hay que explicarle que Al-lah, así como nos Ha Dicho que es parte de nosotros sentir esta atracción, nos Ha Prevenido sobre el peligro que corremos si nos dejamos llevar por las pasiones, pues estas deben ser contenidas para lograr equilibrarlas. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Al-lah Quiere Absolveros, mientras que quienes siguen sus pasiones quieren que os extraviéis completamente.} [Corán 4: 27] {Les sucedieron generaciones que descuidaron la oración, siguieron sus pasiones y terminaron perdiéndose.} [Corán 19: 59] {Diles a los creyentes [¡Oh, Muhammad!] que recaten sus miradas y se abstengan de cometer obscenidades [fornicación y adulterio], pues esto es más puro para ellos. Ciertamente Al-lah Está bien informado de lo que hacen.} [Corán 24: 30] Y refiriéndose a los que sacian sus pasiones por medio del Halal (lo permitido), es decir, por medio del matrimonio y la abstención de caer en la fornicación y el adulterio: {Al-lah les Tiene reservado Su perdón y una gran recompensa a los musulmanes y las musulmanas, a los creyentes y las creyentes, a los piadosos y las piadosas, a los justos y las justas, a los pacientes y las pacientes, a los humildes y las humildes, a aquellos y aquellas que hacen caridades, a los ayunadores y las ayunadoras, a los pudorosos y las pudorosas [los que no cometen fornicación o adulterio], y a aquellos y aquellas que recuerdan frecuentemente a Al-lah.} [Corán 33: 35] Y Dice también (lo que se interpreta en español): {Los que se preservan de cometer adulterio o fornicación. Y sólo cohabitan con sus esposas… Y ciertamente quienes lo hagan con otras mujeres serán los transgresores.} [Corán 70: 29-31]
También hay que brindarles el conocimiento que les ayude y proteja de no caer en la fornicación, la masturbación y las anormalidades como el homosexualismo, explicándoles con claridad lo que son y los daños y riesgos a los que se expone una persona que acostumbra estos hábitos negativos. De igual forma, el padre debe prevenir a su hijo de exponerse a los medios y lugares donde el mal y la inmoralidad reinan, infundiéndole el sentido de que nunca está a solas, porque si los hombres no lo ven, Al-lah sí Ve todo lo que hacemos, por más que nos escondamos en el interior de la tierra o las profundidades del mar.
Hay que señalarles las consecuencias del pecado, no solo en la parte espiritual sino también el peligro a que nos expone, pues la fornicación es una de las mayores causas de la diseminación de enfermedades de transmisión sexual, y una de las más peligrosas es el SIDA. Así que es bueno explicarles sobre estas enfermedades de forma clara y concisa, alejándonos del formalismo que puede hacerles pensar que están tomando una clase más, pues es importante sembrarles el temor a Al-lah y a desobedecerlo, para que tomen todas las precauciones y no se acerque a lo que les lleve a estas malas acciones. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Diles a los creyentes [¡Oh, Muhammad!] que recaten sus miradas y se abstengan de cometer obscenidades [fornicación y adulterio], pues esto es más puro para ellos. Ciertamente Al-lah Está bien informado de lo que hacen.} [Corán 24: 30]
En cuanto a las jovencitas, la madre es la principal responsable de la enseñanza y educación sexual de sus hijas; no solo porque sean del mismo género, sino porque además existe una relación de confianza establecida entre ellas con anterioridad. Igual que el padre hace con su hijo, ella debe iniciar señalándole que se encuentra a las puertas de convertirse en una mujer hecha y derecha, la cual tiene un puesto especial y fundamental en su familia y sociedad. Debe mencionarle los cambios que su cuerpo experimentará, el crecimiento de sus senos, la aparición del vello púbico y de las axilas, y la menstruación, que es la principal señal que le indicará que ya no es una niña.
Como la menstruación es el suceso más importante por el que atraviesa la adolescente, se le debe aclarar todo lo que tiene relación con ella, sus causas, el tiempo de duración y los reglamentos que la Sharia’h establece respecto al periodo, como el uso del Hiyab, el cual se hace obligatorio desde ese momento para ella, la prohibición de hacer As-Salah (la oración) y el ayuno mientras está menstruando, y que tiene que recuperar los días de ayuno perdidos, mientras que las oraciones no. También, se le debe señalar lo que tiene que hacer una vez su periodo haya terminado, es decir, el Gusul (baño completo). Luego, se debe prestar mucha atención en inculcarle el cuidado de su cuerpo, la higiene personal y las costumbres sanas que le ayudaran a mantener una buena salud.
Ambos padres deben ser conscientes de la responsabilidad que tienen en sus manos, pues de ellos depende, en gran parte, que sus hijos sean miembros equilibrados, rectos y beneficiosos para las familias a las que pertenecen y las que formarán una vez se casen. Deben ser justos con ambos géneros, enseñándoles el valor de la virginidad tanto para el hombre como para la mujer, pues el Islam es una religión justa e igualitaria que enseña que ambos, el hombre y la mujer, deben llegar vírgenes al matrimonio. No pueden dejar de lado explicarles todo lo relacionado con el matrimonio, iniciando desde los fundamentos en los que se deben basar para escoger a quien será su esposa o esposo, y las recomendaciones para hacer de su hogar un lugar de paz y tranquilidad.
En algunos casos, puede ser que los padres no tenga la capacidad y preparación suficiente para hablar con sus hijos de este tema, pero esto no les debe impedir hacer algo; así que lo mínimo que pueden hacer es pedir ayuda de una persona de su familia que tal vez sepa más que ellos. No deben permitir que la vergüenza haga que sus hijos sean privados de recibir la educación a la que tienen derecho, pues en muchos de los casos hoy en día, cuando el joven o la muchacha cometen errores al respecto, se deben a que sus padres jamás les hablaron del tema, por ignorancia o por incapacidad.
Le pedimos a Al-lah que Guíe y Guarde a nuestros adolescentes.

 

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