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Él aseo en el Islam

El aseo en el Islam

El aseo

Existen diferentes razones para los cambios que nuestro cuerpo experimenta cuando noslevantamos por la mañana. La cara se hincha, el pelo está sucio, el cuerpodespide un olor desagradable y la boca sabe mal. La hinchada cara que vemos enel espejo y nuestra descuidada apariencia demuestran lo dependientes que somos. Todos debemos lavarnos la cara y los dientes y peinarnos por la mañana. Paraalguien que sigue las enseñanzas del Corán, esto le recuerda que no es diferentedel resto de la gente y que Al-lah es el único que no tieneimperfecciones.
Además, cuando alguien que de verdad cree en Al-lah se mira en el espejo y se siente incómodo con lo que ve, comprende mejor que no puede lograr ser bello por sus propios medios.
 
Se deduce que Al-lah ha creado a Sus siervos con algunas imperfecciones para recordarles su dependencia de Él. El hecho de que el cuerpo y el ambiente que nos rodea se ensucien en tan poco tiempo es un ejemplo de lo dicho. Sin embargo, Al-lah nos ha mostrado la manera de solventar estas imperfecciones y nos ha bendecido con el jabón y el detergente. Nos lo dice en el Corán:
{Luego de toda dificultad viene un alivio, y ciertamente que luego de toda dificultad viene un alivio}  [Corán 94: 5-6]
Debemos agradecer a Al-lah hasta por los mínimos dones que nos ha concedido
 
Los creyentes son los únicos dotados de entendimiento para darse cuenta del secreto que subyace en la creación de ciertos dones y para dar gracias a Al-lah por ellos.
 
Mientras el creyente se lava, ya sea por la mañana o en el transcurso del día, da gracias a Al-lah por los productos que le ha proporcionado para su aseo. Como sabe que Al-lah ama la pulcritud y la gente aseada, ve el lavarse como un acto de adoración hacia Él y espera obtener Su complacencia. Obedece de buena gana lo que le ha mandado hacer en las aleyas que mencionamos a continuación:
 
{Y purifica tus vestiduras. Y huye de toda impureza} [Corán 74: 4-5]
 
En la siguiente aleya revelada sobre los hechos sucedidos durante la batalla de Badr, Al-lah dice que envía agua del cielo para que nos limpiemos y para cubrir otras necesidades.
 
{[Y recordad] Cuando Él os envolvió con un sueño [que os hizo perder el temor que teníais] y os devolvió la seguridad, e hizo descender una llovizna del cielo para que pudierais purificaros con ella. Al-lah quiso con esto apartar de vosotros los susurros de Satanás, afirmar vuestros corazones y afianzar vuestros pasos [en la batalla]}[Corán 8: 11]
 
El agua es el elemento esencial que necesitamos para limpiar nuestros cuerpos, posesiones y casas. Además de ser capaz de limpiar la suciedad visible y las bacterias invisibles, el agua también tiene el don de ayudar a relajarnos. Cuando vertimos agua sobre nuestro cuerpo, ésta puede dispersar la electricidad estática que hace que nos fatiguemos y nos sintamos mal. No podemos ver la electricidad estática que rodea nuestro cuerpo, pero a veces se deja notar haciendo un ruido parecido a un chisporroteo cuando nos quitamos el jersey, un débil calambre cuando tocamos algo o cuando nos peinamos. Al lavarnos, nos deshacemos de la acumulación de este tipo de electricidad y el resultado es que nos sentimos ligeros y a gusto. El frescor del aire después de la lluvia también es consecuencia de que el agua ha limpiado el aire de dicha electricidad.
 
A Al-lah le agrada que nos aseemos y nos acicalemos. En unas cuantas aleyas del Corán se alude a la limpieza física de la gente que habita el Paraíso. Algunas personas sólo dan importancia al aseo cuando están con los demás o cuando quieren agradar; no les importa su apariencia ni limpieza cuando no están con otros. Pensar que es normal andar por casa hasta la tarde sin lavarse, con la cara sucia y mal aliento, mal vestidos, con la cama sin hacer y las habitaciones sucias es consecuencia de una lógica equivocada. Sin embargo, Al-lah anima a los musulmanes a que creen un ambiente bueno y limpio y les ordena que mantengan la mayor limpieza en todo, desde la comida y la ropa hasta los lugares en los que viven.
 
{¡Oh gentes! Comed de lo lícito y bueno que hay en la tierra}[Corán 2: 168]
 
 
{Te preguntarán qué les está permitido. Di: “Os están permitidas todas las cosas buenas de la vida”} [Corán 5: 4]
 
{… [el Profeta] que les ordena el bien y les prohíbe el mal, les permite todo lo beneficioso y les prohíbe lo perjudicial…} [Corán 7: 157]
 
Mientras que el modo de vida de la gente ignorante les conduce a vivir en ambientes incómodos e insalubres, los musulmanes, siguiendo las enseñanzas del Corán, llevan una buena vida en este mundo. Los ignorantes crean ambientes molestos para ellos y para los que les rodean, mientras que los musulmanes habitan en lugares saludables y tonificantes, donde todos pueden vivir confortable y tranquilamente.
 
En resumen, conforme a las enseñanzas del Corán, los creyentes no se lavarán ni asearán por lo que dirán los demás, sino porque es lo que Al-lah quiere y, naturalmente, porque es lo que les hace sentir más cómodos. Al limpiar el lugar en el que viven, experimentan una gran alegría por crear un ambiente en el que otra gente se siente a gusto; en lo que se refiere a la limpieza, no muestran la menor laxitud y hacen todo lo posible para estar limpios y aseados.
 

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