¡Alabado sea Al-lah!, Señor de los mundos. Testifico que nadie merece ser alabado excepto Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
El retraso en la preparación y el entierro de esta musulmana difunta hasta que su cuerpo cambió de color y de olor, es algo ilícito según la Shari‘ah. Esto debido a que, a menos que la causa del retraso se salga de las manos, viola la santidad de un musulmán a quien Al-lah Todopoderoso honró y cuyo entierro fue ordenado por Él. Esto va en contra del mandamiento del Mensajero de Al-lah, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, de acelerar la preparación y el entierro de los difuntos, y no tiene en cuenta los derechos de los padres y la orden de ser bueno con ellos después de su muerte.
El cambio en el color del rostro parece ser el resultado del cambio de olor, que tuvo lugar como resultado del retraso, nada más. Debido a que esta mujer solía realizar sus oraciones, su ayuno y sus deberes obligatorios como debe ser, ella no hallará más que el bien, in sha Al-lah.
Es deber del musulmán ocultar aquello que ve respecto a los estados del difunto, y que la gente puede tomar como supuesta señal del mal. Está narrado en la autoridad de Abu Rafi‘, que Al-lah esté complacido con él: "A quien lava al difunto y no cuenta el estado en el que se encontraba el cadáver, Al-lah le perdonará cuarenta pecados mayores." [At-Tabarani: Marfu‘]
Y Al-lah sabe más.