Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
La herencia dejada por la madre es un derecho de todos los herederos, incluso los hijos.
Su padre no tiene el derecho de apoderarse y apropiarse de la herencia, sino que debe temer a Al-lah, Majestuoso y Poderoso, tomar su parte y dar a los demás herederos lo que les corresponde.
Les aconsejamos reclamar su derecho, si quieren, de una manera que no incluya maltrato a su padre. Reclamen su derecho con suavidad y de modo adecuado para la posición del padre, porque Al-lah, Glorificado Sea, Ordenó tratar bien a los padres.
Si él insiste en privarles de su derecho, entonces, tienen la opción de perdonarlo - pues el padre es más digno del perdón que cualquier otra persona - o llevar el caso a un tribunal, para que obligue a su padre a darles su derecho. Y esta última opción no se considera un maltrato a los padres, ya que fue narrado de Ma‘n ibn Yazid, que Al-lah esté complacido con ellos, que dijo: "Mi padre, Yazid, dio algunos dinares a un hombre en la mezquita y le pidió dárselos como limosna a un pobre. Yo fui a este hombre y tomé estos dinares. Y cuando regresé a mi padre, me dijo: "No quería dártelos a tí". Luego, recurrimos al Profeta, sallAl-lahu ‘alayhi wa sallam, para que juzgue entre nosotros. El Profeta, sallAl-lahu ‘alayhi wa sallam, dijo: "¡Yazid! Tendrás la recompensa (por tu intención) de la limosna, y ¡Ma‘n! tuyo es lo que tomaste." [Al Bujari]
Al Hafidh ibn Hayar, que Al-lah le dé Su perdón, dijo en Fath Al Bari
"Está permitido pedir a alguien juzgar entre el padre y su hijo, y esto no se considera un maltrato"