Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
Copiar y comprar material pirata, es una agresión sin justificación en contra de los propietarios de sus derechos intelectuales, de mercadeo y difusión.
Estas obras se consideran actualmente bienes y valores de sus dueños, por lo que no se permite a nadie copiarlos sin permiso. Pero este acto no es en sí un robo verdadero, ya que según la Shari‘ah el robo tiene otra definición distinta al caso que se usted menciona.
Quien lo cometió sabiendo que está prohibido tiene que arrepentirse a Al-lah, el Poderoso y el Majestuoso, y debe tener la intención de no volver nunca a cometer esto otra vez.
Pero quien lo hizo sin saber el juicio de la Shari‘ah, entonces no hay problema en que use estos discos para su uso personal , no reproducirlos ni vendérselos a nadie.
Y Al-lah Sabe mejor.