Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
Si la persona mencionada posee el perro para la vigilancia y por miedo a que alguien le robe lo que está en el depósito; entonces, no incurre en falta, ya que está permitido poseer un perro con el propósito de custodiar. Pero, si lo tiene solamente para jugar o entretenerse, y no para custodiar, debe deshacerse de él, puesto que, tener un perro en este caso, está prohibido. El Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “Quien tenga un perro que no sea para reunir el ganado o para cazar, este le hará perder gran parte de la recompensa de sus buenas acciones todos los días”. [Al Bujari y Muslim]
En cuanto a la mejor manera para aconsejarle en este caso; es aclararle el juicio de la Shari‘ah sobre poseer un perro, con delicadeza y suavidad. Y tanto si mantiene el perro para la vigilancia o tanto si es por otro propósito, debe saber que la saliva del perro es impura, y que si ésta toca algo, es necesario lavarlo siete veces y la primera debe ser con tierra.
Por lo que concierne al método para purificar la alfombra de la orina; se debe verter agua hasta que el vestigio de la impureza se elimine.
Esperamos que no se le cuente como pecado lo que pasó, ya que usted trajo a su hijo de siete años con el fin de enseñarle. Y es lícito llevar al muchacho en esta edad a la mezquita y enseñarle, pues, el Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “Enseñad a vuestros hijos la oración a la edad de siete años y castigadles si no la efectúan a la edad de diez.” [Abu Daawood] [Al Albani: Sahih (auténtico)].
Dado que usted alcanzó la segunda Rak‘ah de la oración del viernes, entonces es válida su oración. Sin embargo, no debía interrumpir el rezo si podía mantener a su hijo en su puesto, para que An-Nayasah no se extendiera. También eso es porque no está permitido salir de la oración obligatoria sin una razón válida.
Y Al-lah Sabe mejor.