Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
Está prohibido gastar ese dinero en otro propósito diferente al que fue recolectado al principio, que era el beneficio de la mezquita. No interesa si quienes donaron este dinero acuerdan invertirlo o gastarlo en algo diferente, porque al momento de donarlo pasa a ser propiedad de la mezquita y toma su mismo estatus de Waqf (bien donado a las instituciones religiosas o mezquitas bajo ciertas condiciones). Por esta razón, solo se puede emplear en lo que la mezquita necesita, y no importa si en el momento no se gasta y está guardado.
Está prohibido que se consigne este dinero en una cuenta donde reciba intereses, a menos que se tema su pérdida por robo, por ejemplo. En este caso los intereses "ganados" no pueden utilizarse más que en algo que beneficie a los musulmanes de forma general.
Ahora bien, si la comunidad desea construir un centro debe reunir el dinero con este propósito y no utilizar el dinero que es exclusivo para los gastos de la mezquita, por las razones que anteriormente expusimos.