Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
Lo que se le dijo no es correcto. Pues no hay problema en utilizar la henna para decorar las manos con diseños mientras que no le dañe. Pero no debe mostrar este adorno a ningún hombre que no sea de sus Maharim (plural de Mahram) o su esposo
Y Al-lah Sabe mejor.