¡Alabado sea Al-lah!, Señor de los mundos. Testifico que nadie merece ser alabado excepto Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
Sin lugar a dudas, el robo es un pecado mayor que indica debilidad de la fe. El Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “Cuando un ladrón roba, no es un creyente en el momento del robo.” [Al-Bukhaari y Muslim]
Por lo tanto, Al lah Todopoderoso suscribió un castigo corporal para quien comete ese pecado, que es cortar la mano del ladrón. Al lah Todopoderoso dice (su significado): { Al ladrón y a la ladrona [luego de un juicio justo] córtenles la mano en compensación por su delito. Esta es una sentencia disuasoria dictada por Dios. Dios es Poderoso, Sabio.} [Corán 5:38]
Por lo tanto, si se ha probado el robo, ya sea por la confesión de la esposa o por evidencias claras, entonces su pecado debe ocultarse si no peca en público. Tu hermano debe tener en cuenta que a aquel que cubre la falta de un musulmán, Al lah Todopoderoso le cubrirá sus faltas en el Día del Juicio, y quien perdona las faltas de un musulmán, Al lah El Altísimo le perdonará sus pecados en retribución. Por lo tanto, él debe buscar la recompensa de Al lah intentando corregir a su esposa dándole una segunda oportunidad; quizás ella se arrepienta ante Al lah El Altísimo. Las condiciones del arrepentimiento son: Sentir remordimiento por haber cometido el pecado, renunciar al pecado, tener la resolución de no repetirlo, y en el caso en cuestión hay una cuarta condición, que es regresar lo que se ha robado a su dueño, o buscar su perdón. Por lo tanto, si la esposa muestra cualquier inclinación hacia el arrepentimiento, y la intención de mantenerse en el camino recto y justo, entonces es mejor que tu hermano no la divorcie. Sin embargo, si ella continúa con esos actos censurables y sigue robando, entonces él debe dejarla y buscar una buena esposa que lo ayude a mejorar su religiosidad, le colabore en sus asuntos mundanos, y crie a sus hijos en la virtud.
En cuanto a tu hermano mayor, él no tiene ningún derecho a pedirle a tu hermano casado que divorcie a su esposa. El único derecho que tiene es el de reclamar debidamente lo que le fue robado. El hermano casado no debe escucharlo, incluso si rompe los lazos de parentesco con él, pues quien corta los lazos de parentesco con su hermano es considerado un transgresor y no debe ser tratado del mismo modo.
Y Al lah sabe más.