¡Alabado sea Al-lah!, Señor de los mundos. Testifico que nadie merece ser alabado excepto Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
La sabiduría en esto es que las tumbas se mantengan fuera de la Mezquita del Profeta, debido a la prohibición del Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, en contra de tomar tumbas como mezquitas. Las tres tumbas nobles, mientras que están actualmente unidas a la mezquita, están desligadas de ella por tres paredes a su alrededor. El Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, y sus dos compañeros fueron enterrados en el cuarto de ‘A’ishah, que Dios esté complacido con ella, y no en la mezquita. Esto se enfatiza poniendo estas paredes. Si dichos muros fueran retirados y se instalara en su lugar una barrera de cristal, como se menciona en la pregunta, esto pondría a dichas tumbas dentro de la mezquita.
Cuando la Mezquita del Profeta estaba siendo ampliada, Omar ibn Al-Jattab y ‘Uzman ibn ‘Affaan, que Dios esté complacido con ellos, mantuvieron restringida la expansión en dirección a las casas del Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, que incluyen su noble tumba. La expansión final tampoco incluyó el lado izquierdo de la tumba, para no poner las tumbas nobles en medio de la Mezquita del Profeta. Por lo tanto, ellas están unidas a la mezquita, pero no se encuentran dentro de ella. Además, los modales de visitar la tumba del Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, deben ser reconocidos.
Y Al-lah sabe más.