Las alabanzas sean para Al-lah, Señor y Creador del universo, y que Su paz y Sus bendiciones sean con el Profeta Muhammad, con todos sus familiares y todos sus discípulos. En primer lugar, no hay lugar para el puro razonamiento intelectual al tratar este tema y otros similares. Más bien, al abordarlo hay que basarse en la sumisión (a Al-lah) y el cumplimiento (de Sus órdenes) según la capacidad y el conocimiento de cada uno. Un musulmán debe cumplir con las prescripciones que dicta la Shari’a y realizar los actos que esta fomenta. Si lo hace, estará haciendo lo correcto y no será privado de la recompensa, si Al-lah quiere. No obstante, algunos eruditos trataron de conciliar las pruebas halladas en los textos al respecto con las diferencias en el avistamiento de la luna en todo el mundo, tal como se observa en la realidad. Sostenían varias opiniones sobre este tema, y cada opinión implicaba una objeción presentada por quienes se oponían a ella. La opinión más fundamentada –según nuestro punto de vista– es que hay tantas Lailatul Qader en un año como lugares, y que cada pueblo de cada región tiene su propia Lailatul Qader, de acuerdo con su respectiva observación de la luna y su zona horaria. Según esta opinión, Lailatul Qader se asemeja a un viajero que va a un destino específico, pasando por diferentes lugares y llegando a cada uno de ellos en diferentes momentos de su travesía, y los ángeles descienden y ascienden en consecuencia. Algunos ángeles descienden sobre un pueblo determinado en algún lugar, como Al-lah, enaltecido Sea, quiere, y otros descienden sobre otras personas en otro lugar, y así sucesivamente. Según este punto de vista, las virtudes relacionadas con Lailatul Qader se manifiestan para cada pueblo de forma independiente, como es el caso de los actos de adoración realizados en distintos momentos, el momento en que Al-lah, enaltecido Sea, desciende al primer cielo por la noche, durante el viernes cuando hay un momento en que las súplicas son respondidas, el mes de Ramadán, los días de Eid, y similares. Quien sepa leer en árabe y desee conocer el resto de las explicaciones respecto a este tema puede remitirse a las extensas explicaciones citadas en los libros de Tafsir y a los comentarios sobre los ahadiz, como Ruh Al Ma’ani de Al Alusi (15422) y Sharh Sahih Muslim, del Dr. Musa Shahin (565). Y Al-lah sabe más.