Las alabanzas sean para Al-lah, Señor del universo, y que Su paz y bendiciones sean con el Profeta Muhammad, con todos sus familiares y discípulos. No hay necesidad de dejarse llevar por los susurros demoníacos respecto a este asunto. Tu conocimiento del daño del pecado y el peligro que significa para ti en esta vida mundana y la otra por venir inevitablemente te implica lamentarse. El lamento en este caso significa que sientes una dolorosa sensación de culpa por cometer el pecado y de desear no haberlo cometido. Tú sientes eso sin lugar a dudas. Entonces, debes seguir obedeciendo a Al-lah, el Exaltado, y realiza muchas buenas acciones que borren los pecados, pues, de hecho, las buenas obras borran los pecados. Y no te dejes llevar por los susurros de Satanás, quien trata de engañarte para que pienses que no has logrado arrepentirte de tus pecados. Y Al-lah sabe más.