Las alabanzas sean para Al-lah, Señor del universo, y que Su paz y bendiciones sean con el Profeta Muhammad, con todos sus familiares y discípulos. Como has mencionado, la aleya 240 de la sura "La vaca" [Corán 2:240] fue abrogada por la aleya 234 del mismo capítulo. El precepto religioso contenido en tal aleya [Corán 2:240] fue disminuido, pero la recompensa por recitar la aleya abrogada se mantiene. Esta es una manifestación de la misericordia de Al-lah y Su gracia, y tal vez sea la única razón detrás de la abrogación del precepto. As-Suyúti, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, escribió: "La sabiduría detrás de la abrogación del precepto y el mantener la recitación de la aleya se ve en los siguientes dos puntos: primero; así como el Corán se recita para aprender los preceptos religiosos y ponerlos en práctica, también se recita porque es la palabra de Al-lah y reporta por ello una recompensa. Por esta razón el texto de las aleyas abrogadas se mantuvo para ser recitado; segundo, la abrogación se realiza para facilitar y aliviar, así que la aleya abrogada se mantuvo en la recitación para recordarnos de esta bendición y el retiro de la dificultad que implicaba" (Al Itqán). Antes de que la aleya 234 fuera revelada, la ‘idda (periodo de espera) de una viuda era un año entero. Después de la revelación de la aleya, la duración de la ‘idda se redujo a cuatro meses y diez días. Para mayor información consulta por favor la fatwa 84587. Estas dos aleyas están entre las más importantes que se ocupan de organizar los asuntos personales de los musulmanes y muchos eruditos ya los han debatido extensamente; puedes encontrar amplias referencias al respecto en libros de Tafsir, libros de aleyas coránicas relacionadas con los preceptos religiosos y libros de ciencias coránicas en general. Finalmente, podrás notar que cada una de las aleyas fue concluida con una frase que es apropiada al precepto que contiene. Esto es algo recurrente en el Corán: cuando se desea remarcar un mandamiento, una prohibición o un precepto, la aleya se concluye con una referencia a uno de los nombres o atributos de Al-lah que es conveniente dado el contexto, urgiendo al musulmán a tomar consciencia de Al-lah y cumplir con Sus mandamientos o provocarle temor de transgredir los límites impuestos por su Señor. El objetivo de esto es lograr que la consciencia personal del musulmán se adhiera a estos preceptos sin la necesidad de que haya una autoridad externa (un gobierno). Esto se debe a que los preceptos religiosos y mandamientos divinos son distintos de las leyes humanas y sus mandatos, cuya práctica y cumplimiento debe ser impuesto por una autoridad externa; y en caso de faltar esta autoridad externa, la gente tiende a evitar cumplir con esas leyes y preceptos y ser deshonestos al respecto. Y Al-lah sabe más.