Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sal-la Al-lahu ‘alaihi wa sal-lam, es Su siervo y mensajero.
La sabiduría de Al-lah y Su sutileza es infinita, por lo el cumplimiento de las obligaciones está extrictamente ligada y condicionada a las posibilidades de las personas. Dijo Al-lah, glorificado y alabado sea (lo que se interpreta en español): {Al-lah no exige a nadie por encima de sus posibilidades. Dios hará que luego de toda estrechez venga la prosperidad} [Corán 65:7].
Lo anterior establece una de las reglas básicas de la Shari’a que establece que toda dificultad es causa de una legislación especial que le facilite los asuntos a las personas.
Por lo tanto si su señor padre puede hacer el Wudu’ que lo haga, así sea con la ayuda de alguien, claro, si esto no le va a generar algún daño para su salud. Pero si definitivamente no puede, entonces que haga el Tayammum y no importa que no haga el Istinya’. Como la obligatoriedad de la oración nunca cae, a menos que se pierda la consciencia, entonces que haga todo lo que se le facilite para cumplir con este deber.
Y Al-lah sabe más.