Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
Esta historia fue mencionada por grandes sabios como As-Suhaiqi, Ibn Kazir e Ibn Al Azir, que Al-lah les Dé Su perdón. En cuanto a la razón que llevó a que el Profeta Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, tomara esta posición, fue el rompimiento del pacto establecido entre el Mensajero de Al-lah, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, y los judíos, cuando estos, los de Banu Qainuqa’a, agredieron a esta mujer y asesinaron al musulmán. Ibn Hayar, que Al-lah le Dé Su perdón, menciona: “Los primeros judíos que rompieron el pacto fueron los de Banu Qainuqa’a, fueron sitiados luego de la Batalla de Bader hasta que se rindieron. Sin embargo, el Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, quiso combatirlos, pero Abdullah Ibn Ubai le pidió que dejara que él se encargara de ellos. El Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, accedió y él, Abdullah los sacó de Medina”. Ibn Kazir, que Al-lah le Dé Su perdón, también menciona que los primeros judíos que rompieron el pacto fueron los de Banu Qainuqa’a.
Y Al-lah Sabe mejor.