Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
Los politeístas solían colocar ídolos alrededor de la Ka’bah y solían colgar imágenes en su interior. Cuando el Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, entró en Meca el año de la conquista, había 360 ídolos alrededor de la Ka’bah. El Profeta empezó a punzar los ídolos con un bastón que llevaba en su mano, y mientras lo hacía recitaba: "La Verdad (Islam) ha llegado y la Falsedad (incredulidad) se ha desvanecido". [Bujari y Muslim]
El Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, se negó a entrar en la Ka’bah mientras hubiese ídolos en su interior, por lo que ordenó que los quitaran y así fue. La gente también sacó las imágenes de Ibrahim (Abraham) e Ismai’l (Ismael) en las que se los representaba cargando un Azlam (especie de flecha usada por los adivinos) en sus manos: El Mensajero de Al-lah dijo: "¡Que Al-lah Maldiga a quienes hicieron estas imágenes! ¡Por Al-lah! Ibrahim e Isma’il nunca participaron en las practicas de los adivinos y saca suertes (Azlam)". Luego, entró en la Ka’bah y pronunció el Takbir (diciendo: “Al-lah está por encima de todo”) en las cuatro esquinas. [Bujari].
El Imam Bujari también narró que el Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, no ingresó en la Ka’bah cuando vio las imágenes mencionadas. Entonces, ordenó que las borraran y así lo hicieron.
Desde esa época, tanto el interior como los alrededores de la Ka’bah se encuentran libres de ídolos, alabado sea Al-lah.
Y Al-lah Sabe mejor.