Muchos de nosotros tienen ambiciones y deseos que buscan hacer realidad. Las dificultades que se pueden presentar en el camino y los nuevos horizontes que se descubren ayudan a realizar lo que se quiere lograr, realizarse personalmente y contribuir en el desarrollo y adelanto del país. Sin embargo, no todos pueden alcanzar lo que desean… algunos se resignan y no pasan más allá del umbral de la ilusión y la imaginación, y se queda ahí.
Algunas personas tienen la ilusión de realizar algo, pero al mismo tiempo se les ocurre una serie de nuevas ideas que les muestran posibilidades de cambio en la puesta en acción, sin seguir los pasos necesarios para lograr sus objetivos, quedándose así en el círculo de los rezagados. En cambio, otros analizan la realidad en la que se encuentran y se plantean las posibilidades de cambio, se trazan una estrategia y se esfuercen al máximo por aplicarla, pues están convencidos y están decididos a lograr su objetivo.
El camino que lleva del nacimiento de una idea a su puesta en práctica es complicado, en especial en nuestros días, pues su ejecución depende de que la persona supere todos los obstáculos y dificultades que se le presenten. Por este motivo es que el innovador debe dedicarse a realizar un estudio previo del medio y las circunstancias en los que se desarrollará su idea y analizar profundamente todo, para analizar los pros y los contras de su ejecución. Posteriormente, debe comprobar la aceptación que tendría en los demás y tratar de ganarse al público al que va dirigida dicha idea. La experiencia ha demostrado que cuanto más convencida esté la persona de su idea, mayor será la aceptación de los demás.
Si quien tiene una idea nueva tiene la posibilidad de exponerla a otras personas, debe buscar los medios más sencillos y expresivos para darles a entender su idea, y debe estar preparado y dispuesto a responder a sus inquietudes que debió prever con anterioridad, además de hacer un análisis razonable de los peligros que amenazarán la ejecución de su idea y preparar un plan de emergencia para evitar los posibles perjuicios. También debe tener un presupuesto que le asegure la financiación del proyecto y un método para evaluar sus beneficios, así como un plan de mejora continua.
El camino para exponer las nuevas ideas no siempre está abierto, por lo que se debe buscar otros medios para que esas ideas innovadoras salgan a la luz y evitar que se queden rezagadas. Esto nos lleva a la reflexión de que las ideas nacen en nuestras mentes por inspiración de Al-lah en primera instancia, pero estas pueden ser moldeadas por la moralidad o la inmoralidad, pues al final, nuestros pensamientos moldean nuestros valores en los que nos basamos para alcanzar nuestros objetivos y encontrar la verdad. Todo esto nos lleva a la conclusión de que, como lo mocionamos antes, pasaremos por muchas dificultades antes de que nuestras ideas logren ejecutarse y vean la luz.
En ocasiones, puede que una idea no parezca lo suficientemente atractiva como para ser aceptada por el público, por lo que no es tomada en serio; o se pone como condición para su aceptación que cruce los límites de la moralidad y se caiga en lo inmoral, por lo que la persona prefiere abandonar su proyecto para no sacrificar sus valores.
La aplicación de las ideas en los países en desarrollo está sufriendo una falta de visión del futuro. La solución a este problema es o bien establecer valores en nuestra sociedad para facilitar a los emprendedores la presentación de sus ideas, o trabajar en la aplicación de medios modernos para presentar ideas sin trabas, como la aplicación de una “incubadora de ideas”, en la que la idea se presenta y estudia bien para conocer las formas de implementarla y la proporción de riesgos aceptables en su aplicación, de modo que su implementación sea factible.