Meditemos juntos en lo que motiva a un agricultor para trabajar duro hasta sudar. Es la esperanza de cosechar. ¿Qué motiva a un comerciante a viajar, arriesgarse y alejarse de su gente y hogar? Es la esperanza de obtener ganancias. ¿Qué motiva a un estudiante a estudiar mucho y mantenerse despierto por horas? Es la esperanza de aprobar.
¿Qué motiva a un soldado para luchar denodadamente y soportar las dificultades de la guerra? Es la esperanza de la victoria. ¿Qué hace que un enfermo beba una medicina amarga? La esperanza de sanarse. ¿Qué hace que un creyente desobedezca sus deseos y obedezca a su Señor? Es la esperanza de ganar los placeres del Paraíso de Al-lah Todopoderoso.
Por tanto, la esperanza es la fuerza motivadora que nos hace sentirnos bien mientras trabajamos, que nos da el estímulo para esforzarnos por el deber, y que anima al cuerpo y el alma. Esta fuerza anima a los perezosos a trabajar duro y a la gente trabajadora a seguir así. También anima a la persona que fracasó a intentar repetidamente hasta tener éxito, y anima a la persona exitosa a redoblar sus esfuerzos para ser más exitosa.
La esperanza de la que hablamos aquí es la opuesta a la desesperación. Significa actitud y pensamientos positivos. La desesperación es una herramienta destructiva, echar por tierra la motivación laboral en el alma humana y debilita la fuente de la fuerza en su cuerpo. Ibn Mas’ud, que Al-lah esté complacido con él, dijo: “La destrucción está en dos cosas: la desesperación y la presunción”. El Imam Al Ghazali, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, dijo: “Se las menciona a ambas juntas porque la felicidad no se logra sino a través del emprendimiento, el trabajo duro y la diligencia; una persona sin esperanzas no procura ni emprende nada; porque lo que le puede dar esperanza parece imposible para él”.
La fe infunde esperanza en el alma
La fe infunde esperanza en el alma y la defiende contra la desilusión y la tristeza. Una persona de fe cree que todo está en manos de Al-lah Todopoderoso, por esto mismo piensa bien de su Señor y aspira a ganar Su aprobación tomando en consideración el hadiz qudsi en el que dice Al-lah: “Yo Soy como Mi siervo piensa que Soy”.
Cómo podría entrar la desesperación al alma de un creyente cuando lee las aleyas del Corán que dicen: {¡Hijos míos! Vuelvan [a Egipto], averigüen sobre José y su hermano, y no desesperen de la bondad de Dios, pues no desesperan de la bondad de Dios sino los incrédulos} [Corán 12:87]; y: {Dijo: “Solo desesperan de la misericordia de su Señor los extraviados”} [Corán 15:56].
Si el siervo de Al-lah es un verdadero creyente nunca se sentirá desesperado, al contrario, estará siempre animado, satisfecho y procurando lo mejor de toda situación y circunstancia. El Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “El caso del creyente es sorprendente. En todas las situaciones hay un bien para él. Si la prosperidad le llega, expresa gratitud a Al-lah y eso es bueno para él. Si le azota la adversidad él la soporta con paciencia y eso es bueno para él”. ¿Cómo podría entonces perder la esperanza el creyente si se le ha prometido un bien en toda circunstancia?
Su fe verdadera le hace sentir que Al-lah Todopoderoso está con él y que lo apoyará y protegerá; entonces:
• Si se enferma tendrá la esperanza de recuperarse y ganar recompensa. Al-lah Todopoderoso dice, citando palabras de Abraham: {Cuando enfermo, Él es Quien me cura} [Corán 26:80].
• Si comete un pecado, se arrepentirá ante Al-lah el Todopoderoso inmediatamente, con la esperanza de que Al-lah lo perdone y sea clemente con él. En tal caso tendrá en mente la siguiente aleya coránica: {Di: “¡Oh, siervos míos que están sumidos en el pecado [perjudicándose a sí mismos]! No desesperen de la misericordia de Dios. Dios tiene poder para perdonar todos los pecados. Él es el Perdonador, el Misericordioso”} [Corán 39:53].
• Si sufre alguna dificultad o aprieto, tendrá la certeza de que este será pasajero, pues Al-lah Todopoderoso dice: {Luego de toda dificultad viene la facilidad. Realmente, luego de toda dificultad viene la facilidad} [Corán 94:5,6]; y una dificultad es superada por la facilidad doble.
Un creyente siempre guarda una gran esperanza en la misericordia, la ayuda y el apoyo de Al-lah Todopoderoso. Esto es porque no toma en cuenta solo los medios materiales, sino que cree que estos medios tienen un Creador en Cuya mano está el dominio de todas las cosas. Cuando Él decreta un asunto simplemente le dice: “¡Sé!”, y es. Entonces, el corazón de un creyente está lleno de confianza en Al-lah Todopoderoso y la esperanza de ganar Su misericordia. Esto es exactamente lo que les falta a los incrédulos, por eso vemos que muchos de ellos cometen suicidio o padecen enfermedades mentales. Le pedimos a Al-lah Todopoderoso que nos proteja de ello.
Qué difícil sería la vida sin esperanzas
La esperanza es necesaria para progresar en todo sentido. Sin esperanza, las civilizaciones nunca se habrían levantado y las ciencias y la tecnología nunca habrían progresado. Sin esperanza, las naciones nunca habrían superado los tiempos de crisis y nuca se habría convocado a movimientos de reforma. Dice una antigua poesía: “Sin esperanza no se habría construido ningún edificio ni plantado ningún árbol”.
Así pues, creyente, piensa bien de tu Señor, ten esperanza de ganar Su recompensa y apoyo. Si sufres una dificultad o padecimiento, sé paciente y ten la certeza de que luego de la dificultad vendrá la facilidad. Sé valiente y paciente, busca la ayuda de Al-lah Todopoderoso y no te desesperes.