Consejos médicos para el peregrino
07/10/2010| IslamWeb
Al-lah, Altísimo sea, Decretó que Sus siervos cumplieran con la obligación del Hayy una vez en la vida. Dice (lo que se interpreta en español): {Es una obligación para los hombres peregrinar a esta Casa si se encuentran en condiciones de hacerlo [físicas y económicas].} [Corán 3:97] El Hayy es una forma de adorar a Al-lah y mostrarle obediencia; al mismo tiempo, es un medio por el cual la persona purifica su ser y se limpia de los pecados cometidos. Además, es una oportunidad anual en la que los musulmanes de todas partes de la tierra se reúnen, comparable a una gran asamblea mundial.
Luego de esta pequeña introducción, vemos prudente ofrecer de forma resumida, a todo aquel que se está preparando para cumplir con esta obligación, algunos consejos médicos; esto, porque la gran cantidad de gente que asiste al Hayy corren el riesgo de contraer enfermedades o ponen en peligro la salud de los demás. Así pues, es un deber de cada peregrino conocer los medios que le ayudarán a protegerse a sí mismo y a los demás de cualquier afección. Empezaremos entonces mencionando las enfermedades que más se esparcen entre las personas cuando están reunidas en un mismo lugar y hay mucha apretadera:
1. La gripe y la influenza: Esta es causada por virus de diferentes clases. Para no debilitar nuestras defensas frente a esta enfermedad debemos evitar los cambios bruscos de temperatura y procurar la máximo que las corrientes de aire acondicionado no caigan sobre nosotros. En el último año, una de las variaciones anormales de esta enfermedad está amenazando no solo a los peregrinos, sino a toda la población del mundo, se trata de la famosa “gripe porcina” (AH1N1).Por ello, debemos tomar las precauciones necesarias para que esta no se convierta en una pandemia y hacer caso a las recomendaciones que dan las autoridades de salud. Recordemos y apliquemos las enseñanzas del Islam, como el no estornudar frente a los demás; usemos pañuelos desechables, lavémonos las manos constantemente; y si alguno de nosotros tiene uno de los síntomas, que no dude en recurrir a los centros de salud, trátese o no de la gripe porcina o la común, no nos expongamos ni expongamos a los demás.
2. Congestión de las vías respiratorias altas: La causa de este problema puede ser la gripe o influenza o puede ser simplemente de carácter alérgico. Cualquiera que sea el caso, no hay que dejarlo pasar por alto, pues puede complicarse bajando a los pulmones y convirtiéndose en una pulmonía o, más grave aún, una neumonía. La mejor forma de protegernos es actuando tan pronto aparezcan los primeros síntomas y, como dijimos, no descuidándonos.
3. Problemas estomacales: Estos pueden ser causados por la comida, parásitos, dietas, virus y/o bacterias. Sus síntomas pueden ser dolor de estomago, diarrea, dolor de cabeza y fiebre. Para evitar que esto nos suceda, debemos apegarnos a las normas de higiene referentes a los alimentos, es decir, lavar las manos antes de ingerir cualquier comida, al igual que las frutas, verduras y vegetales que vayamos a consumir. También es recomendable evitar comer alimentos que no estén bien cocidos, que estén en proceso de descomposición o su fecha de vencimiento haya caducado. En cuanto a las bebidas, debemos tener el mismo cuidado; el agua, por ejemplo, debe ser tomada únicamente de las fuentes que han sido dispuestas para el consumo humano y evitar usar vasos y recipientes que han sido utilizados por otros o que se encuentren sucios.
4. Irritaciones de la piel: La parte interna de los muslos y los pies son los que con más frecuencia se escuezan. Para prevenir este molesto mal, se debe evitar al máximo las largas caminatas, pues el peregrino, durante el estado de Ihram, no utiliza ropa interior y calza sandalias; además, es importante que al caminar se evite las zonas calurosas. Por otra parte, es recomendable lavar frecuentemente con agua fría las zonas que se enrojecen por la fricción constante; también, se debe usar cremas y ungüentos especializados para estos casos.
5. Callos y rajaduras en la piel de los pies: Las largas caminatas en sandalias exponen a los pies a la resequedad y su posterior resquebrajamiento. Este inconveniente se puede evitar lavando los pies y secándolos bien, y utilizando las cremas y ungüentos médicos recomendados por los especialistas.
6. Afecciones renales: La deshidratación y las altas temperaturas pueden exponer al cuerpo a sufrir afecciones renales, como dolores fuertes en la cadera y litiasis (cálculos) renales. Para evitar esto, en lo posible se recomienda que el peregrino beba de tres a cuatro litros de agua diarios y que trate de no exponerse a las altas temperaturas. Las personas que tienen antecedentes de enfermedades de este tipo deben acudir a su especialista para que les dé las recomendaciones a seguir.
7. Fatiga, fiebre e insolación: La principal causa de estos estados que pueden afectar al peregrino es la exposición prolongada a los rayos del sol y el calor, si no se tiene cuidado la persona se expone a afecciones muy graves; por ello, se recomienda llevar siempre consigo una sombrilla, tratar refugiarse en la sombra, beber bastante agua, y no está de más el suero oral para evitar la deshidratación.