Assalamu alaikum.
Me casé hace trece meses. Un día, después de mi matrimonio, me enteré que mi marido sufre de eyaculación precoz. Después de muchos exámenes médicos, supe que mi marido se encuentra muy deprimido y esto afecta nuestra vida matrimonial. En las primeras épocas de matrimonio, mi marido ni siquiera me prestaba atención y solía llegar tarde a la casa. Al hamdu lil-lah, uso Hijab y soy muy preparada. Mi marido siempre quiso que trabaje y gane dinero para que se lo dé a él. Mis parientes políticos mantienen su dinero en bancos y viven de los intereses que ganan. Les expliqué muchas veces acerca del dinero que se considera Halal y el que no, pero de nada sirvió. Hoy en día vivo con mi marido en una casa aparte, pero tengo sospechas acerca de dónde viene el dinero que él usa para pagar los gastos de la casa.
Fuera de esto, mi marido está haciendo un tratamiento con un psiquiatra y le llevará como un año más curarse. Al hamdu lil-lah, él empezó a rezar las cinco oraciones, pero nuestra vida sexual aún se mantiene insatisfactoria, y él sigue demandando que trabaje junto con otros hombres y que le dé el dinero que gane.
En un principio pensé en pedir la jul’ah, pero él me pidió que le dé más tiempo, así que se lo di. Pero ahora sí quiero pedir la jul’ah porque no me estoy beneficiando de mi matrimonio. ¿Se me considera pecadora por hacer esto? Y si me quedo con él, lo ayudo a salir de su depresión y le enseño las obligaciones religiosas, ¿seré recompensada? Ayúdenme por favor, estoy muy confundida. Vuestro consejo será muy apreciado.Assalamu alaikum.

Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.

Resumiremos nuestra respuesta para usted en los siguientes puntos:

1. Los eruditos, que Al-lah les dé Su perdón, afirmaron que si la esposa se ve perjudicada quedándose con su esposo, entonces tiene el derecho a pedir el divorcio. Por lo tanto, si la perjudica quedarse con él, le está permitido pedir el divorcio, aunque tenga que pagarle una compensación; esto es lo que se llama Jul’. Dicho esto, le aconsejamos pensarlo con calma y pesar en la balanza el beneficio del divorcio o el de permanecer con él, en especial si está tratando de curarse. Tenerle paciencia es un acto que la aproxima a Al-lah y será recompensada por ello, si Al-lah quiere.
2. No le está permitido al esposo exigirle y obligar a su esposa a trabajar, en especial si se trata de un trabajo prohibido por la Shari’ah, como aquellos en los que hombres y mujeres se mezclan indiscriminadamente. Tampoco está permitido que le obedezca en este asunto. Es el marido quien tiene la obligación de mantener a su esposa, y no al contrario. Pero si la mujer puede ayudar a su marido, en caso de necesidad, puede trabajar, y esto reforzará la relación marital entre ambos.
3. La esposa no tiene la obligación de investigar si el dinero que su marido gasta en ella es legal o no; pero si está bien segura que ha sido ganado de forma ilícita, entonces debe evitarlo a menos que tenga necesidad de usarlo.
4. Es un pecado y está prohibido depositar dinero en los bancos que trabajan con Riba (intereses o usura), y beneficiarse de los intereses se considera un pecado adicional. Por cierto que hizo muy bien en ordenar el bien y prohibir el mal.

Y Al-lah sabe mejor.