En un hadiz, ‘A’ishah, que Al-lah Esté complacido con ella, dice: “Oí que ningún profeta muere hasta haber recibido la elección de tener esta vida mundanal o la otra vida”. Ella agregó: “Oí al Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, en su enfermedad de muerte diciendo con una voz ronca: Dejadme en compañía de aquellos ‘quienes Al-lah Ha agraciado: los Profetas, los veraces, los mártires y los justos. ¡Qué excelentes compañeros!’ [Corán 4:69], y yo pensé: se le dio la opción de elegir y eligió la compañía de la gente piadosa de la otra vida”. [Bujari y Muslim]
En otro Hadiz relatado por ‘A’ishah, que Al-lah Esté complacido con ella, dice: “Cuando el Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, estaba con buena salud, nos relataba que a todo Profeta se le muestra su lugar en el Paraíso antes que muera, y luego se le da la opción de elegir (entre la vida mundanal y la otra vida). Cuando el Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, enfermó mortalmente y sus últimos momentos los pasó con su cabeza en sobre mi regazo, perdió la consciencia momentáneamente y luego la recuperó, y mirando al techo dijo: ‘¡Al-lah! (Úneme) con la mejor compañía’. Entonces yo pensé: no se quedará con nosotros, y entonces supe que su estado era la confirmación de lo que nos solía narrar cuando estaba con buena salud”. ‘A’ishah, que Al-lah Esté complacido con ella, también agregó: “Esas fueron las últimas palabras del Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, cuando dijo: ‘¡Al-lah! (úneme) con la mejor compañía’”. [Bujari y Muslim]
También se relata que ‘A’ishah, que Al-lah Esté complacido con ella, dijo: “Oí al Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, decir mientras apoyaba su cabeza en mi regazo poco antes de morir: ‘¡Al-lah! Perdóname y dame Tu Misericordia y úneme con la mejor compañía’”. [Bujari]
El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, tenía una fuerte relación con Su Señor y deseaba Su Gracia, deseaba encontrarse con Él y amaba las cosas que Al-lah Ama. Una de estas cosas es el siwak (cepillo de dientes), pues sirve para purificarse y limpiarse la boca y complacer al Señor. En este sentido, se relata que ‘A’ishah, que Al-lah Esté complacido con ella, dijo: “Una de las gracias con las que Al-lah me Agració fue que el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, murió en mi casa, en mi día y apoyando su cabeza contra mi regazo. Además, Al-lah Hizo que mi saliva se mezcle con su saliva antes de su muerte. ‘Abdurrahman (hijo de Abu Baker) entró con un siwak en su mano y yo estaba sosteniendo (la espalda) al Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, contra mi pecho. Vi que el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, lo miraba (al siwak) así que le dije: ‘¿Lo tomó para ti?’, y el asintió. Lo tomé y estaba muy duro para que él lo use, así que le dije: ‘¿Te lo ablando?’, y él asintió. Así lo ablandé (‘lo quebré y masqué’, o ‘lo masqué y lo ablandé con agua’, según otras versiones) y con él se cepilló los dientes de una manera que era mucho mejor que las anteriores veces que vi al Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, cepillarse los dientes. Frente a él había una vasija con agua. El metió su mano en el agua y luego se la pasaba por su cara y decía: ‘Nadie merece ser adorado sino Al-lah. Ciertamente, la muerte tiene sus agonías’. Luego, levantó sus manos hacia el cielo y dijo: ‘Con la mejor compañía’, hasta que murió y su mano cayó inerte”. [Bujari y Muslim]
También, se relata que ‘A’ishah, que Al-lah Esté complacido con ella, dijo: “El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, murió estando entre mi pecho y mi barbilla, así que no me causa repulsión la muerte de nadie después de la del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam”. [Bujari]
En conclusión, hay muchas enseñanzas y beneficios que podemos deducir de este suceso, entre los cuales tenemos:
1. “La mejor compañía” es una referencia a la gente mencionada en las palabras de Al-lah (que se interpreta en español): {…quienes Al-lah Ha agraciado: los Profetas, los veraces, los mártires y los justos. ¡Qué excelentes compañeros!} [Corán 4:69]. La opinión más aceptada y adoptada por la mayoría de los eruditos es que “la mejor compañía” son los profetas que viven en la parte alta del paraíso. La palabra árabe usada aquí, “rafiq”, tiene significado plural “compañía” o singular “compañero” como se ve que se traduce en la aleya (que se interpreta en español): {¡Qué excelentes compañeros!} [Corán 4:69]
2. El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, eligió “la mejor compañía” cuando se le dio la oportunidad de elegir, debido a su amor por Al-lah, el Todopoderoso, y su amor por la mejor compañía. Él Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, fue quien dijo: “Aquel que ama encontrarse con Al-lah, Al-lah Ama encontrarse con él”. [Bujari y Muslim]
3. La excelencia de ‘A’ishah, que Al-lah Esté complacido con ella, es innegable, pues ella nos narró una gran cantidad de las enseñanzas del Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, y lo atendió hasta que murió apoyado en su pecho. Más aún, ella dijo: “Una de las gracias con las que Al-lah me Agració fue que el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, murió en mi casa, en mi día y apoyando su cabeza contra mi regazo”.
4. El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, insistía en usar el siwak incluso en su más terrible agonía. Esto nos confirma que el siwak es una buena costumbre, pues purifica la boca y complace al Señor.
5. Las palabras del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, durante su agonía: “Nadie merece ser adorado sino Al-lah. Ciertamente la muerte tiene sus agonías”, nos confirman que es recomendable y muy importante decir el testimonio de fe y repetirlo con mayor frecuencia durante las enfermedades graves, pues “aquel cuyas últimas palabras son: nadie merece ser adorado sino Al-lah, entrará en el Paraíso”.
6. El fuerte deseo del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, de estar en compañía de los Profetas, que fue confirmada por sus súplicas en este sentido, provee evidencia de que es recomendable para el musulmán pedirle a Al-lah que le Una con los habitantes del Paraíso después de su muerte: ¡Al-lah! Únenos a ellos por Tu Misericordia, ¡Al-lah! Eres el Más Misericordioso de los misericordiosos.
7. Si el mismo Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, sufrió los dolores de la muerte y su agonía siendo que Al-lah le Había perdonando sus pecados pasados y futuros… ¿Cómo será para los demás?