Desentrañando el tema de la intercesión
Ahora, cuando hablamos de Shafa’ah (intercesión) y aquellos que la buscan y piden de otros además de Al-lah, ¿qué es lo que esto significa en la práctica? Expliquémoslo. Es sabido que el Día del Juicio, el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, y los Profetas en general, los ángeles y los justos, todos intercederán por los demás ante Al-lah. Esta es la intercesión que esta gente busca, sin embargo la piden invocando a aquellos que están muertos entre los Profetas y los justos. También piden intercesión inmediata de aquellos que han muerto, lo cual no es permitido en el Islam y es una forma de Shirk (politeísmo, adorar a otros fuera de Dios). Y en todo esto ellos combinan una serie de cosas, como suplicar (Du’a) a otros distintos a Al-lah (cuando la súplica es directamente a otro que a Al-lah) y pedirles por algo en lo que ellos no tienen palabra, poder ni habilidad, que es la intercesión que sólo pertenece a Al-lah, ya que no habrá ninguna intercesión en absoluto el Día del Juicio, excepto con Su permiso. Esto no le será permitido a nadie ni será aceptado de nadie excepto de aquellos con quienes Al-lah esté complacido.
Para comprender mejor este asunto, debemos imaginar a esta gente invocando a los muertos y pidiéndoles perdón, o pidiéndoles sustento o pidiendo de ellos ‘Izzah (fuerza, honor), cuando todas estas cosas le pertenecen sólo a Al-lah y se encuentran sólo bajo Su autoridad. Y lo mismo con la Shafa’ah, no hay diferencia entre todo esto, pues todo Le pertenece únicamente a Al-lah.
Para comprender esto aún mejor, imaginemos la situación en la que alguien acude a una persona y le dice: “Intercede por mí ante Al-lah en el Día del Juicio”, ahora sabemos que esto está mal porque, en primer lugar, cómo puedes saber que esta persona estará en posición de interceder; segundo, cómo podría esta persona interceder en el Día del Juicio sin el permiso de Al-lah [cuando incluso el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, no intercederá hasta después que Al-lah le dé permiso]; así que, cómo podrían hacerlo aquellos que están por debajo de él. Esto es retar la autoridad de Al-lah y tratarlo como a los reyes de la tierra ante quienes la gente intercede sin su permiso. Ahora, esto en relación con una persona viva, y se hace peor cuando se invoca a una persona muerta con la misma petición.
De modo que debemos entender el gran error de esta gente en lo que hacen. Cuando se apegan a otros distintos de Al-lah (a través de la tentación de buscar intercesión), invocándolos, dicha invocación es tal que hay otros actos (del corazón) que subyacen a ella o la acompañan, y que constituyen adoración por derecho propio, como lo son el tipo de amor, esperanza, aspiración, confianza y similares, que son debidos sólo a Al-lah. De modo que estas personas, por su deseo de buscar intercesión, se permiten a sí mismas cometer Shirk contra Al-lah. Y en efecto, es de esta forma sutil y progresiva que Iblís desvió a muchas naciones y civilizaciones en el pasado hacia la adoración de otros distintos de Al-lah.
Una vez que todo esto se comprende bien, podemos pasar a ver cómo este tema está conectado con el Tawhid (Monoteísmo), y cómo el hecho de no entender la verdadera naturaleza de la asociación (Shirk) de aquellos que son reprendidos en el Corán, lleva a la gente a terminar dando su devoción y adoración a otros distintos de Al-lah, sobre conceptos falsos y rechazados.
Ibn Taimiah respecto a los tipos de intermediarios aceptados y rechazados
Los eruditos son los herederos de los Profetas y son los intermediarios del conocimiento y de su difusión
Aquellos que afirman que otras personas distintas a los Profetas, la paz sea con ellos, como los Shaijs [eruditos] del conocimiento y de la religión, son intermediarios entre el Mensajero y su Ummah en el sentido de que son personas que imparten conocimiento a la gente, les enseñan (ese conocimiento) y corrigen su conducta, y luego siguen su camino, hacen lo correcto (es decir, al considerarlos intermediarios en esta forma en particular).
Cuando estos eruditos están de acuerdo respecto de un asunto, su consenso es una prueba absoluta. Ellos nunca se unen en el error; y si difieren sobre cualquier tema, siempre se remiten a Al-lah y a Su Mensajero. Esto es porque ninguno de ellos está libre de cometer errores de manera absoluta, sino que son personas cuyas palabras pueden ser aceptadas o rechazadas, a diferencia de las palabras del Mensajero, sallallahu ‘alaihi wa sallam. El Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, dijo: “Los eruditos son los herederos de los Profetas, y los Profetas no dejan dinares ni dírhams, sino que dejan tras de sí el conocimiento, de modo que quien toma de ello adquiere una gran fortuna” . [Abu Dawud]
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