Con la llegada de la luna nueva de Ramadán, los musulmanes compiten entre sí en el cumplimiento de las obligaciones y los actos Sunnah para acercarse más a Al-lah, el Todopoderoso, y para recibir la grandiosa recompensa en el mes de Ramadán. Cuando Al-lah prescribió el ayuno, Él otorgó licencias para ciertas categorías de personas. Al-lah dice (lo que se interpreta en español): {Ayunad días contados [el mes de Ramadán]. Quien de vosotros estuviese enfermo o de viaje y no ayunase, deberá reponer posteriormente los días no ayunados} [Corán 2:184]. Por lo tanto, debemos comprender que Al-lah, el Todopoderoso, nos ha ordenado ayunar con un propósito que nos va a traer beneficio. De ninguna manera el ayuno fue prescrito para causar daño, desde el punto de vista de salud, en especial a los pacientes diabéticos.
¿Por qué el paciente diabético?
. Hay un grupo de diabéticos que pueden ayunar, mientras que otros se exponen a riesgo si lo hacen. A fin de comprender la razón médica para ello, hay que aclarar los siguientes puntos:
• Un paciente diabético está expuesto a tener niveles bajos de azúcar en la sangre durante el día en Ramadán, así como en la segunda mitad del día (después del Iftar). El paciente se abstiene de comer, especialmente azúcares, por horas durante todo el día, y ya que no almacena los mismos en el hígado, no puede utilizar este método para recuperar el azúcar del hígado a la sangre como las personas sanas. Esto lo expone a niveles bajos de azúcar en la sangre, pero el grado de peligro varía dependiendo del tipo de condición y los medicamentos que tome.
• Los diabéticos que están tomando insulina están en riesgo de caer en coma durante el ayuno; mientras que aquellos tratados sólo con una dieta sana sufren de bajos niveles de azúcar en la sangre, que es menos grave. Los síntomas de esta última condición son los siguientes: sensación de hambre, temblores, mareos y sudor frío. Para ello es clave tomar las medidas necesarias rápidamente, tales como comer azúcares rápidos –como jugos o chocolates– seguidos por azúcares lentos, como el pan. De lo contrario, es posible que la situación desmejore llegando incluso a causar un estado de coma.
• Además, existe el peligro de que los niveles de azúcar en la sangre se eleven durante la noche debido al excesivo apetito después de un día de ayuno. Tener una comida en familia anima a la persona a comer más, así como el hecho de que la mayoría de los platos preparados durante el mes sagrado están hechos de azúcares rápidos o se comen acompañados de estos azúcares.
Todos estos factores exponen al paciente a encontrar dificultad para respetar su dieta por un período de 29 ó 30 días consecutivos. Por lo tanto, la situación de un paciente diabético puede transformarse de una situación tranquilizadora y estable a una de exposición a complicaciones severas, que no son graves, pero sí crónicas. Aún así, pueden llegar a agravarse, sobre todo porque no se descubren hasta meses después del final de Ramadán, y las consecuencias son condiciones tales como debilidad de la vista, funcionamiento débil del riñón, lesiones en las piernas, o impotencia sexual. Dado que estos síntomas no aparecen de inmediato, es difícil que el paciente vincule entre estos síntomas y la causa principal indirecta, que es el ayuno.
Consejos importantes:
Por lo tanto, se recomienda que el paciente diabético vea a su médico especialista antes de empezar el ayuno para recibir su orientación, ya que cada caso requiere una guía muy específica, teniendo en cuenta lo siguiente:
• Los pacientes diabéticos tratados con insulina desde la infancia y la juventud no debe ayunar, porque el nivel de azúcar en esta etapa no es estable, donde la disminución en el porcentaje de azúcar en la sangre es seguro y peligroso en el caso del ayuno. Puede dar lugar a un estado de coma asociado con complicaciones graves en relación a las funciones cerebrales si el paciente no puede recibir tratamiento exacto y muy rápido.
• Los pacientes diabéticos tratados con dieta y fármacos pueden ayunar si el nivel de azúcar en la sangre es constante y si no sufren de algún problema en los riñones o el hígado.
• Los pacientes diabéticos que sufren de insuficiencia hepática no debe ayunar, porque el ayuno implica peligro para su vida, puede conducir al coma.
• Los pacientes diabéticos que sufren de insuficiencia renal no debe ayunar, porque se necesita una cierta cantidad de líquido que no se puede conseguir con regularidad con el ayuno.
¿Qué pasa si un paciente diabético ayuna?
Hay instrucciones importantes para el paciente diabético, si el médico le permite ayunar. Se pueden resumir de la siguiente manera:
1. Consultar a un médico especialista en diabetes y las glándulas endocrinas por lo menos una semana antes del inicio del mes de Ramadán.
2. Mantener una dieta saludable y un programa de ejercicios recetado por el médico, y por lo general es aconsejable jugar algún deporte o realizar alguna actividad, como caminar por lo menos media hora al día.
3. Observar estrictamente los tiempos de consumo de las medicinas recetadas, o la organización de los mismos, con el médico, de manera que se adapten al período de ayuno.
4. Evitar comer azúcares inmediatamente antes de acostarse.
5. Evitar los azúcares rápidos que se suelen comer por la noche, incluyendo dulces y jugos.
6. Aplicar el medicamento 15 minutos antes del Iftar (desayuno) para evitar un aumento brusco de los niveles de azúcar en la sangre durante el mismo.
La dieta debe ser diagnosticada por el médico del paciente, y muchos factores deben tenerse en cuenta, como la edad, peso, sexo, y los tipos de actividades profesionales y deportivas. Por lo tanto, tiene sentido ordenar la dieta de acuerdo a estos datos. Sin embargo, hay algunas recomendaciones dietéticas generales para todos los pacientes diabéticos:
1. Comer tres comidas completas con un refrigerio entre el Iftar y el Suhur.
2. Debe haber un período de tiempo no inferior a 4 horas entre cada comida.
3. Beber líquidos entre las comidas, a condición de que estos tengan alto contenido de azúcar.
4. Comer proteínas, leche, productos lácteos y vegetales en cantidades limitadas.
5. Consumir cantidades calculadas de pan, almidones y pastas. Esto es necesario para evitar una caída excesiva de la proporción de azúcar, teniendo en cuenta que el consumo excesivo de estas sustancias conlleva a un efecto inverso. Es preferible comer pan integral en lugar de pan blanco, ya que contiene menos hidratos de carbono.
6. Comer frutas es necesario para contar con vitaminas, sales minerales, y un cierto porcentaje de azúcar necesario para pacientes diabéticos, pero todas estas cosas deben ser tomadas en una cantidad razonable, por ejemplo, una porción mediana de fruta después del Iftar y Suhur.
7. Evitar comer azúcares rápidos que causan un aumento repentino en el nivel de azúcar en la sangre.
Las enseñanzas religiosas en este sentido son claras. Cualquier persona cuyo estado de salud se vea perjudicado por ayunar puede romper el ayuno, junto con el pago de una expiación fijado por la Shari’ah islámica de acuerdo a su capacidad.
Azúcares rápidos y lentos
He aquí un pequeño vistazo a los azúcares con el fin de entender las cosas con más claridad. Los azúcares se clasifican en dos categorías:
• Los azúcares simples: constan de una o dos moléculas de azúcar (glucosa, fructosa y sacarosa). Por ejemplo, un terrón de azúcar puesto en una taza de té por la mañana entra en la categoría de azúcares rápidos, así como todos los dulces consumidos comúnmente en el mes de Ramadán. También son capaces de darte energía instantánea que puedes utilizar para un fin específico.
• Los azúcares complejos: contienen hidratos de carbono, que consiste en una larga cadena de moléculas, como las que se encuentran en las patatas dulces o varios tipos de cereales. Estos se consideran azúcares lentos, ya que poco a poco te dan energía después de comer y te permiten hacer un esfuerzo durante mucho tiempo.
Por último, los alimentos y las bebidas son una bendición que debemos disfrutar, pero sin exagerar. Consumirlos en grandes cantidades es contrario a la naturaleza con la que Al-lah, el Todopoderoso, nos ha creado. Si seguimos los puntos anteriormente mencionados y los convertimos en un estilo de vida, garantizaremos corregir cualquier mal hábito alimenticio que afecta al paciente diabético, lo cual le permitirá disfrutar de un cuerpo sano y activo, una vida flexible y tranquila, y una gran recompensa en el más allá.
Le pedimos a Al-lah, el Todopoderoso, que bendiga a nuestra Ummah (nación) musulmana con un ayuno aceptado, obras recompensadas y deliciosos Iftar.