1- La lucha entre la verdad y la falsedad: Es una lucha antigua y permanente, y es una norma divina vigente. Al-lah, Glorificado Sea, Dice (lo que se interpreta así en español): {Ellos fueron expulsados injustamente de sus hogares sólo por haber dicho: Nuestro Señor Es Al-lah. Si Él no Hubiera hecho que los creyentes vencieran a los incrédulos, se habrían destruido monasterios, iglesias, sinagogas y mezquitas en donde se recuerda frecuentemente el nombre de Al-lah. Ciertamente Al-lah Socorre a quien se esfuerza denodadamente por Su religión, y Al-lah Es Fuerte, Poderoso.} [Corán 22:40]. Es bien conocido el resultado de esta lucha. Al-lah, el Altísimo, Dice (lo que se interpreta así en español): {Al-lah Ha decretado que Él y Sus Mensajeros Vencerán. Ciertamente Al-lah Es Fortísimo, Poderoso.} [Corán 58:21].
2- La confabulación de los enemigo de Ad-Da‘wah contra los que invitan hacia Al-lah: Ésta es una acción permanente y repetida, ya sea por medio de la prisión, el asesinato, el destierro o la expulsión de su propia tierra. El divulgador, por su parte, debe aferrarse a Al-lah, confiando en Él, y debe saber que la confabulación de los enemigos recae sobre ellos mismos. Al-lah, el Altísimo, Dice (lo que se interpreta así en español): {recuerda [¡Oh, Muhammad!] cuando se confabularon contra ti los incrédulos para capturarte, matarte o expulsarte [de tu territorio]. Se confabularon y Al-lah Decidió castigarles, porque Al-lah Es Quien mejor Desbarata los planes [de Sus enemigos]. } [Corán 8:30].
Entre las confabulaciones de la gente de la falsedad y los enemigos de Ad-Da‘wah está el uso del dinero para tentar a las almas débiles, a fin de acabar con Ad-Da‘wah y los que invitan hacia ella. Por eso, decidieron otorgar cien camellos a quien trajera a alguno de Al Muhayirun, vivo o muerto. Consecutivamente, los ambiciosos se movieron, y entre ellos estaba Suraqah que volvió después de esta aventura, perdiendo el dinero, pero ganando el sustento más bueno que era la fe. Además, siguió desviando de la pista correcta a los otros ambiciosos que se esforzaban en encontrarlo. Así, Al-lah, Glorificado Sea, Protege a Sus cercanos y a los divulgadores. Al-lah, el Altísimo, Dice (lo que se interpreta así en español): {Los incrédulos contribuyen con su dinero para apartar a los hombres del sendero de Al-lah, pero luego se lamentarán, y finalmente serán vencidos. Ciertamente los incrédulos serán congregados en el Infierno}[Corán 8:36].
3- La planificación detallada: Quien contempla el evento de Al Hiyrah, observando la exactitud de la planificación y el uso de los recursos disponibles desde su principio hasta el final, se da cuenta de que la planificación dirigida por la Revelación durante la vida del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, era algo preponderante, y de que la planificación es una parte de la Sunnah y de todos los mandamientos divinos al musulmán. En cuanto a quienes prefieren la improvisación, con el pretexto de que la planificación no es un acto de la Sunnah, están equivocados y cometen un crimen contra sí mismos y contra los musulmanes.
Cuando el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, empezó a realizar Al Hiyrah, observamos lo siguiente:
- La existencia de una organización precisa hasta tener éxito, a pesar de las dificultades y los obstáculos. Todos los asuntos de Al Hiyrah fueron estudiados perfectamente. Por ejemplo:
a)- El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, fue a la casa de Abu Baker, que Al-lah esté complacido con él, en un tiempo que había mucha calor – y que nadie salía – aunque no solía salir en tal tiempo. ¿Por qué hizo esto? Para que nadie pudiera verlo.
b)- Ocultar su aspecto personal cuando se dirigió a la casa de Abu Baker, que Al-lah esté complacido con él, pues cubría su rostro, ya que este acto disminuye la posibilidad de reconocerlo.
c)- El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, ordenó a Abu Baker, que Al-lah esté complacido con él, hacer salir a quien estaba con él, y cuando habló con él, le informó solamente de la orden de Al Hiyrah sin determinar la dirección.
d)- La salida (para Al Hiyrah) fue por la noche y por una puerta posterior de la casa de Abu Baker, que Al-lah esté complacido con él.
e)- El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, tomó todas las precauciones, siguiendo vías desconocidas por su gente. Además, pidió ayuda a un experto que conocía los caminos del desierto, aunque era politeísta, ya que tenía buenas costumbres morales y era serio. Esto indica que el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, no evitaba pedir ayuda a la gente de experiencia, cualquiera fuera su ideología.
- Eligió a personas sensatas para ayudarle en los asuntos de Al Hiyrah. Se observa que tales personas tenían una relación de parentesco entre ellas o el mismo trabajo. Esto llevó a todos a colaborarse para realizar la gran meta.
- Dio a cada individuo de esta familia el papel adecuado que pueda realizar perfectamente, cargando con sus responsabilidades.
- La idea de que ‘Ali ibn Abi Talib, que Al-lah esté complacido con él, durmiera en lugar del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, fue exitosa, pues cumplió con el objetivo de distraer a los criminales hasta que el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, saliera por la noche, siendo protegido por Al-lah, Glorificado Sea, mientras que ellos estaban dormidos. Al despertar, sus ojos seguían puestos en la cama del profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, pues no dudaban de que él, sallallahu ‘alayhi wa sallam, estuviera dormido y cubierto con su capa, mientras que ‘Ali ibn Abi Talib, que Al-lah esté complacido con él, era quien estaba en su lugar.
Vemos que los requerimientos de Al Hiyrah fueron cumplidos perfectamente:
- ‘Ali, que Al-lah esté complacido con él, durmió en lugar del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, para engañar a sus enemigos, entregar los depósitos a sus dueños y luego, alcanzar al Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam.
- ‘Abdul-lah ibn Abi Baker, que Al-lah esté complacido con él: Era el agente sincero de Inteligencia y el observador de los movimientos de los enemigos.
- Asma’, la de los dos cinturones, que Al-lah esté complacido con ella: Llevaba los alimentos de La Meca a la cueva, durante la búsqueda intensa de los incrédulos al Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, para matarlo.
- ‘Amir ibn Fuhairah, que Al-lah esté complacido con él: Era el humilde pastor que presentaba la carne y la leche a los dos hombres de la cueva, y eliminaba las huellas de sus pies al pasar con sus ovejas. Además, este pastor se ocupaba de traer el suministro y el alimento.
- ‘Abdul-lah ibn Uraiqit, que Al-lah esté complacido con él: Era el fiel guía de Al Hiyrah y el experto perspicaz del desierto, y esperaba atentamente el gesto del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, para que guiara a la caravana de la cueva a Yazrib.
Todo esto fue preparado de una manera precisa, tomando en consideración las circunstancias y poniendo a cada persona en su posición adecuada para cubrir todos los espacios y las necesidades del viaje. Además, esta preparación se limitaba al número necesario de personas, sin exceso.
El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, utilizó perfectamente los recursos disponibles según su capacidad.
Consecutivamente, la Protección de Al-lah, Glorificado Sea, era de esperarse.
4- La importancia de hacer uso de los medios materiales disponibles:
Hacer uso de los medios disponibles es un asunto importante y debido, pero esto no significa que siempre se consiga el resultado deseado, porque este asunto se relaciona con la Predestinación de Al-lah, el Majestuoso, y Su Voluntad, por eso la confianza en Al-lah es un tema muy importante y se considera un medio para complementar el uso de los medios materiales disponibles.
El Mensajero, sallallahu ‘alayhi wa sallam, preparó y usó todos los medios disponibles, pero al mismo tiempo siempre suplicaba y pedía la victoria y el éxito a Al-lah, Enaltecido Sea. Después de obrar en todos estos sentidos se responde la súplica, y así los incrédulos se marcharon después de que se dirigieran a la entrada de la cueva y el caballo de Suraqah se hundiera en la tierra, obteniendo éxito la obra al fin.
5- Creer en los milagros que afectan a la materia:
Durante Al Hiyrah (emigración) del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, ocurrieron algunos milagros materiales, que se consideran unas pruebas reales que indican la la protección de Al-lah, el Majestuoso, hacia el Mensajero, sallallahu ‘alayhi wa sallam. Algunos de estos milagros fueron –según lo narrado-:
a) La telaraña que estaba a la entrada de la cueva.
b) Lo que le ocurrió al Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, con Umm Ma‘bad, que Al-lah esté complacido con ella.
c) Lo que le ocurrió al Mensajero, sallallahu ‘alayhi wa sallam, con Suraqah, que Al-lah esté complacido con él, y el hecho de prometerle vestir los dos brazaletes de Kisra (Cosroes).
Los divulgadores, que Al-lah les dé su perdón, no deben ignorar estos milagros; mejor dicho, deben mencionarlos siempre que estén confirmados en la Sunnah. Pero al mismo tiempo los divulgadores deben llamar la atención de la gente a que estos prodigios son pruebas de la profecía y el mensaje del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam.
6- El permiso de pedir la ayuda del incrédulo confiable:
Se permite a los divulgadores, que Al-lah esté complacido con ellos, pedir la ayuda de quienes no creen en su llamada si los divulgadores confían en ellos. Así pues; hemos visto como el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, y Abu Baker, que Al-lah esté complacido con él, contrataron a un incrédulo para indicarles el camino de Al Hiyrah, le dieron sus monturas y estuvieron de acuerdo con él en encontrarse con él en la cueva de Zawr. Así el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, y Abu Baker, que Al-lah esté complacido con él, informaron a este incrédulo de asuntos peligrosos, y sin ninguna duda ellos confiaban en él.
Entonces, esta situación indica que puede ser que los incrédulos, los pecadores o los musulmanes que no son divulgadores tengan cosas que hagan a los divulgadores confiar en ellos, como: un parentesco, un conocimiento antiguo, una vecindad, o algún bien o favor que el divulgador les haya hecho en el pasado, o porque esta gente tiene un buen tipo de virtudes morales básicas como la fidelidad, el deseo de hacer el bien, etc. Esta cuestión es algo abierto que se deja para la inteligencia del divulgador y su relación con la persona referida para determinarla.