Una de las leyes más importantes en el camino hacia el desarrollo es la que está mencionada en el Corán, Dice Al-lah (lo que se interpreta así en español): {Sabed que Al-lah no Cambia las gracias que concedió a un pueblo, mientras ellos no cambien lo que hay en sí mismos [eligiendo la incredulidad]. Y si Al-lah Decreta el mal para un pueblo, no existe nada que lo pueda impedir, y no tendrán fuera de Él protector alguno.} [Corán 13: 11].
Esta norma divina tiene una implicancia muy clara en la obtención de la hegemonía para la Ummah islámica en la tierra, pues si se quiere mejorar las condiciones actuales en las que viven los musulmanes, estos deben cambiar de raíz. Además, el éxito se acercará a una nación que ha aceptado vivir humillada y retrasada, sin intentar cambiar su realidad y liberarse de ella.
El cambio que el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, hizo, utilizando el método de Al-lah, Glorificado Sea, empezó con el alma del ser humano, formando espiritualmente grandes hombres y logró luego, con esta base, el cambio más grande en la sociedad, ya que había logrado llevar a la gente de la oscuridad a la luz, de la ignorancia al conocimiento y del atraso al desarrollo y con ellos, el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, pudo formar la civilización más maravillosa en la historia humana.
El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam- siguiendo el método coránico- pudo cambiar las creencias, los pensamientos, las percepciones y también los sentimientos y valores morales en las almas de sus Sahabah, que Al-lah esté complacido con ellos, por consiguiente se pudo transformar todo lo que le rodeaba al Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, Medina, La Meca, la península árabe, y luego los países de los persas y los bizantinos, todo eso ocurrió a través de un movimiento internacional que hizo que toda esa gente recordara a Al-lah día y noche.
En la etapa de la Meca, el método coránico, daba mucha importancia al campo de la creencia, utilizando medios diferentes para exponerla. Así, los corazones de los Sahabah del Profeta, a quienes les desbordaba los corazones con la sensibilidad de la fe, y así ocurrió en ellos un gran cambio.
Al-lah, el Altísimo, Dice (lo que se interpreta así en español): {¿Acaso quien estaba muerto [de corazón, perdido en la incredulidad] y le Dimos vida [guiándole], y le Proporcionamos una luz con la cual transita entre la gente es igual a aquel que se encuentra entre tinieblas y no puede salir de ellas? Les Hemos hecho creer que sus obras eran buenas [y no pueden darse cuenta de su error]} [Corán 6: 122].