Las tradiciones relacionadas con Ramadán varían en las diferentes regiones de Albania. Algunas de las costumbres de Shkodra, en el norte de Albania, serán descritas a continuación.
¡Bum ba ba Bum! El ‘lodra’ repica, despertando a todos de su sueño. El lodra es un tambor cilíndrico que tiene dos lados recubiertos con cuero de oveja o cabra. El tamborilero golpea cada extremo del lodra con diferentes baquetas, dando como resultado un ritmo de dos tonos.
El tamborilero es tradicionalmente miembro de la comunidad gitana, y se acostumbra darle comida o dinero por este vital servicio. También es invitado para realizar el ‘Sifir’ (el Suhur) o el Iftar.
Los platos que se sirven en las dos comidas de Ramadán varían mucho de casa en casa, pues hay mucho de dónde escoger y es imposible saborearlos todos en una sola comida. Existen muchas semejanzas entre la comida albanesa y la turca; sin embargo, Albania posee algunos platos únicos creados a partir de una imaginativa mezcla de ingredientes básicos. Se puede escoger entre el Burek, un pastel plano hojaldrado que puede ser servido frío o caliente, relleno de carne, espinacas o cuajada; la Pastiçe, una pasta con una salsa hecha a base de leche, queso, huevos y mantequilla; o la Petulla, una masa frita rellena con mermelada, crema o queso.
El tamborilero viene nuevamente a anunciar el Iftar. El Iftar es una tradición tan fuertemente arraigada en Albania que hasta algunos cristianos lo ofrecen a los musulmanes que están ayunando. Los cristianos también asisten a las invitaciones de Iftar ofrecidas por los musulmanes y lo consideran como un acontecimiento social.
Aquellos musulmanes que conocen y practican su religión, asisten a las oraciones en las mezquitas durante todo el mes, incluyendo la oración del Tarawih cada noche y el Qiam durante las últimas diez noches.
En los años del estricto régimen comunista, todas las prácticas religiosas fueron prohibidas y la práctica comunitaria de la oración casi desapareció. Pero era difícil saber si la persona estaba ayunando o no, así que muchos observaban el ayuno, y si les ofrecían comida durante Ramadán respondían que ya habían comido o que sentían malestar.